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El apoyo de Farc a Luis Eladio es la reconciliación en vivo y en directo
Laura Soto / Martes 30 de julio de 2019
 

La semana pasada el candidato liberal a la gobernación de Nariño, Luis Eladio Pérez, recibió el apoyo de Farc a su candidatura. Que lo haga cuando duró siete años secuestrado por ellos, en medio de la selva, es uno de los símbolos más potentes de reconciliación que se han visto en los más de dos años de implementación del Acuerdo de La Habana.

Eso porque Pérez es una visible víctima de las Farc y porque él mismo ha potenciado el mensaje.

No solo recibió el apoyo sino que lo dejó claro cuando lo hizo: “Si alguien tendría motivos para repudiar a las Farc soy yo, pero no quiero seguir siendo rehén de ellos a través del odio. El primer impulso sería rechazar ese apoyo contundentemente, pero no me aparece una actitud constructiva ni un mensaje compositivo a esa Colombia en la que quiero que vivan mis nietos”.

Además, este acto de reconciliación tiene más fuerzas porque se dio en un contexto de campaña política y porque es el primer apoyo electoral de Farc a una víctima, y el primer apoyo recibido.

Más cuando otras candidaturas han rechazado el apoyo de Farc para no cargar el estigma que trae consigo, como lo hizo la candidata verde a la Alcaldía de Bogotá, Claudia López.

En Farc lo tienen claro: “si no creyéramos que nuestro apoyo sumaba a la campaña (de Pérez), no lo hubiéramos hecho. Cuando dimos el paso en el Acuerdo nuestra esencia era hacer política, y por eso ahora nos estamos metiendo”, le dijo a La Silla el excomandante Marcos Calarcá, quien firma el comunicado de apoyo de Farc a Pérez.

Que Pérez lo haya recibido puede impulsar a que otros candidatos también lo hagan e impulsen el mensaje de la reconciliación, aunque pocos tienen un margen como el de Pérez en el bastión de la izquierda que es Nariño.

El apoyo también es de alguna manera una forma de Farc de hacerle justicia a Pérez, pues puede impulsar su carrera política, cuando ella quedó cercenada por su secuestro.

Pérez hizo carrera política en el liberalismo nariñense, en su vertiente más progresista con Parmenio Cuéllar. Fue concejal de Pasto, gobernador nombrado por Virgilio Barco entre 1987 y 1988, representante a la Cámara y Senador elegido en 1994 y reelegido en 1998.

Pero ese camino se pausó en 2001 a causa de su secuestro. Aunque en 2010, dos años después de haber sido liberado, se lanzó al Senado en la lista de Compromiso Ciudadano que armó Sergio Fajardo, se quemó con 21 mil votos, y quedó congelada.

Para Pérez, ese efecto no fue gratuito. “No nos cabe la duda que detrás de esos secuestros tan selectivos había una mano negra, interesada con fines políticos de truncar nuestras carreras como lo hicieron”, dijo a la JEP en una audiencia en octubre del año pasado.

El acercamiento para el perdón

Hace un mes delegados de Farc en Nariño se acercaron a Pérez para manifestarle que lo apoyaban y también pedirle perdón.

“Le ofrecieron perdón por lo sucedido en el pasado no solo a él, sino a su familia. En un acto honorable y valiente, el doctor Luis Eladio también manifestó perdón por no haber hecho más por la Paz de Colombia en sus anteriores cargos públicos”, le dijo a La Silla el senador fariano Pablo Catatumbo, quien comandó el bloque que secuestró a Pérez.

“El apoyo ya fue claro y concreto cuando conocí el comunicado de prensa que ellos emitieron”, le dijo a La Silla el candidato. “Ahí comenzó un dilema personal que se disipó rápidamente cuando decidí darle un saldo pedagógico de futuro al aceptar esa manifestación política”.

Según supo La Silla por una fuente cercana a Pérez, algunas personas cercanas a él tuvieron reticencias a recibir el apoyo, pues también fueron víctimas de su secuestro. Finalmente pudo más la convicción personal de Pérez de lograr reconciliación. “El país debe entender que si yo soy capaz de pasar la página y mirar hacia el futuro es posible que muchos otros puedan hacer lo mismo”, le explicó a La Silla.

De hecho, quedó abierta la posibilidad de hacer en campaña un acto público de reconciliación, que podría ser un golpe de opinión en favor de su aspiración y de la paz.

“Como un ejemplo para el país sería importante”, le dijo el senador Catatumbo a La Silla.

“Aprovecho el espacio para solicitar respetuosamente al doctor Luis Eladio nos brinde la posibilidad de construir conjuntamente ese espacio [de reconciliación]”.

Aunque Pérez aclara que no hará campaña con Farc ni tiene su aval, en el directorio departamental de Farc le dijeron a La Silla que sí tienen contemplado hacer correrías juntos.

El efecto en campaña

En Nariño ha habido reacciones negativas a ese apoyo que se reflejan en cadenas y noticias falsas, pero en la campaña consideran que la recepción positiva ha sido mayor.

A nivel nacional la noticia hizo eco entre defensores de la paz.

En lo que concuerdan Farc y Luis Eladio es en la importancia de implementar el Acuerdo de La Habana, especialmente importante en el departamento con más hectáreas de coca, que además está sufriendo el reencauche de la violencia.

Eso no es menor pues en Nariño ganó el Sí en el plebiscito de 2016, perdió el uribismo con Iván Duque y tiene dos zonas priorizadas para la implementación a través de los Pdet del Pacífico y Frontera Nariñense y del Alto Patía.

Además, le da un impulso a la aspiración de Pérez cuando la izquierda, que gobierna Nariño desde hace 19 años, no arranca la campaña con una figura fuerte que pueda representarla para mantener la Gobernación.

En este panorama, Pérez puede ser el candidato indicado: arranca con el apoyo de los liberales más progresistas como el senador Guillermo García Realpe, tiene acercamientos con la Colombia Humana-UP y está a favor de la paz. Con el acto de reconciliación que tuvo con Farc puede abrirse camino para puntear la carrera electoral, enfrentándose a Jhon Rojas que va por firmas, Cambio Radical y La U, Víctor Rivas por firmas y Mais, Damir Bravo de los conservadores y ASI, y Carlos Santacruz del Polo, e insistir en la reconciliación no solo en Nariño, sino a nivel nacional.

LA SILLA VACÍA