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Opinión
¿Y para cuándo las 16 curules?
Olvidarse de las 16 curules constituye una afrenta contra las víctimas y vuelve paisaje los incumplimientos del Estado o los cumplimientos a medias en los que está empeñado el actual gobierno. Por lo anterior, me pregunto: ¿Para cuándo las 16 curules?
Germán Ayala Osorio / Sábado 19 de octubre de 2019
 

Pasa el tiempo y parece que los congresistas, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos amigos de la construcción de una paz estable y duradera se olvidaron de las 16 curules para las víctimas, negadas por el Congreso, con el liderazgo del Centro Democrático y del llamado “uribismo”.

Ese es quizás uno de los más significativos incumplimientos del Estado a lo acordado en La Habana con la entonces guerrilla de las Farc. Haberles negado a las víctimas de los actores armados las 16 curules [1] acordadas en el tratado de paz no solo constituye un evidente incumplimiento a la palabra empeñada, sino un desafío institucional hacia quienes en el Congreso refrendaron el Acuerdo Final II y desde esa misma corporación se comprometieron a legislar para dar cuenta de la institucionalidad que debe crearse, en adelante, para cumplir a cabalidad con lo firmado en el teatro Colón de Bogotá.

La tutela instaurada por el senador Roy Barreras, con la que pretendía revivir las 16 curules, fue negada [2]. Si bien hay que confiar en el mecanismo expedito, hay que insistir en la lucha jurídico-política e incluso, en la movilización social, así como en la presión que Noruega pueda ejercer contra el Gobierno de Iván Duque, para que responda por semejante incumplimiento.

No insistir en el tema compromete institucionalmente a la Corte Constitucional, corporación que ha dado espaldarazos al proceso de paz. De igual manera, al Congreso de la República, órgano legislativo que está obligado a sacar adelante normas y a reglamentar otras ya aprobadas, conducentes a darle viabilidad y seguridad jurídica a lo acordado en Cuba.

Al parecer, los miembros del partido de la Rosa se echaron a la pena con el hundimiento de las 16 curules. Corresponde al partido Farc y a los explenipotenciarios del gobierno de Santos insistir en este asunto clave para la apertura democrática de un régimen centralizado que sigue mirando con desdén a los territorios en los que con mayor fuerza se desarrollaron las hostilidades.

La negación de las circunscripciones especiales de paz se soportó en el miedo de que esas curules fueran ocupadas por lideresas y líderes políticos y sociales cercanos, ideológicamente, a la izquierda. Ese mismo temor –y con evidente odio– fue el que desató la ola de crímenes contra los líderes y lideresas que vivían, muchos de ellos, en los territorios inicialmente pensados para que los 16 escaños cobraran vida jurídica y política, en cabeza de las víctimas de las dinámicas del conflicto armado interno.

Los amigos del Régimen sabían muy bien que golpeando de esa manera los liderazgos en esos territorios marcados por la guerra interna, la lucha por las 16 curules cesaría a causa del terror generado por los sistemáticos asesinatos. Y por supuesto que ese asunto del miedo y del terror no es menor, pero es obligación del Estado colombiano no solo evitar el asesinato de los ciudadanos, sino cumplir con lo acordado en La Habana.

La derecha en Colombia es muy dada a evitar los debates argumentados, pero especialmente, es proclive a la segregación y a la estigmatización de las comunidades rurales que por muchas razones se sienten afectas a las guerrillas, porque estas, en el pasado y operando como un Estado paralelo, les garantizaron la vida a las comunidades asediadas por los paramilitares y por el proyecto económico de la gran plantación que las AUC ejecutaron a favor de poderosos empresarios del campo; circunstancia esta que terminó aupando el desplazamiento forzado y las masacres.

Así entonces, olvidarse de las 16 curules constituye una afrenta contra las víctimas y vuelve paisaje los incumplimientos del Estado o los cumplimientos a medias en los que está empeñado el actual gobierno. Por lo anterior, me pregunto: ¿Para cuándo las 16 curules?

Adenda: esta adenda nace de un jocoso comentario que recibí y que dice así: “En el gobierno de Duque se están haciendo los no heterosexuales con las 16 curules”.

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[2“Rechazan tutela para revivir las 16 curules”. El Heraldo. https://www.elheraldo.co/politica/rechazan-tutela-para-revivir-las-16-curules-de-paz-641465