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Opinión
A un año del concierto de la guerra en Cúcuta
Tony López Rodríguez / Martes 25 de febrero de 2020
 

El 23 de febrero se cumplió un año del intento golpista en contra del legitimo gobierno de Venezuela, acción dirigida por el gobierno de Donald Trump, quien previamente el 20 de febrero en un discurso desde la Casa Blanca había designado “presidente” de Venezuela, al diputado opositor Juan Guiadó, y este creyéndose el cuento, en una pequeña plaza publica y ante un grupúsculo de seguidores se “autoproclamó presidente de Venezuela”.

En ese discurso de autoproclamación Guaidó, convocó para el 23 de febrero del pasado 2019, a ingresar desde Colombia y Brasil, ayuda humanitaria, desconociendo al gobierno de Maduro y alentando al uso de la fuerza, con el apoyo del gobierno de Colombia y Brasil y de otros gobiernos derechistas de la región, crear una situación de caos y desestabilización al gobierno de Nicolás Maduro para favorecer una intervención militar de Estados Unidos, bajo el auspicio de la OEA y del mercenario Secretario General, Luis Almagro.

Lo más grave no solo es que Trump se haya arrogado el derecho de nombrar presidentes en América Latina y el Caribe, violando todos los preceptos democráticos, la Carta de las Naciones Unidas y la Carta, de la hoy putrefacta, OEA.

No solo que Guaidó se haya creído el cuento de que es “presidente”, lo más inaudito que medio centenar de países, incluyendo, a la vetusta “democracia” Europea, haya caído tan bajo, al aceptar las ordenes de Washington, desconozca al legitimo presidente de Venezuela y reconozca al usurpador, que a la fecha, ya no es ni tan siquiera el presidente de la Asamblea Nacional en desacato y viola seriamente el Derecho Internacional.

Graves problemas diplomáticos y consulares tendrán estos gobiernos cuando tengan alguna situación que resolver con Venezuela, como ha sucedido ahora con el caso de la senadora Aida Merlano y la ridiculez de Duque de pedirle a Guaidó la extradición de la colombiana Merlano. En una servilleta, la respuesta de Guiadó. Una verdadera farsa.

Y qué decir del llamado Grupo de Lima, organizado por Luis Almagro en agosto del 2017, cuando Estados Unidos y su vicepresidente Mike Pence, junto con Almagro fracasaron en su intento, de lograr una resolución de condena a Venezuela, en la Cumbre de las Américas en Lima, Perú.

Con el objetivo de buscar respaldo público a las acciones llevadas a cabo en Cúcuta el 23 de febrero, el multimillonario Richard Branson, organizó el 22 de febrero un concierto llamado Venezuela Aid Live, o sea Música por Venezuela: Ayuda y Libertad, a cuyo concierto musical acudió lo más granado de la música latina, cantores famosos, la mayoría de ellos asentados y con residencia en Miami, cuna de la extrema derecha mafiosa cubana, venezolana y nicaragüense.

El concierto terminó en muerte y destrucción, por lo que de Venezuela Aid Live, ni Ayuda y mucho menos libertad, este vergonzoso concierto, terminó en el asesinato y muertes de varios ciudadanos venezolanos. La violencia fue desatada por las fuerzas policiales colombianas y sus aliados los paramilitares y no como la propagaron, los medios hegemónico estadounidenses y de la región, de que había sido las Fuerzas Armadas bolivarianas las que habían provocado aquellos hechos.

Unas semanas después, una objetiva y muy seria investigación, del diario New York Times, desmentían a todas las agencias estadounidenses y los hegemónicos medios latinos, y con fotos, videos y testimonios, dejaban claro que la violencia fue ejecutada por las fuerzas colombianas, pero de esa denuncia los medios le dedicaron solo pequeños espacios, como era de esperar.

Para deshonra e infamante conducta de los presidentes Sebastián Piñera y Mario Abdón Benítez, que acompañaron en Cúcuta al anfitrión Iván Duque Márquez, junto al mercenario Secretario General de la OEA, Luis Almagro, el ultra derechista senador Marcos Rubio y altos funcionarios del gobierno estadounidense, se convirtieron en cómplices de una acción que violó el derecho internacional y terminó en un crimen de guerra, como ya se conoce, al provocar una masacre de inocentes ciudadanos venezolanos y de oficiales de las Fuerzas Militares venezolanas.

Pero veamos que ha sucedido con esos señores presidentes autoproclamados defensores de los derechos humanos y la democracia. Sebastián Piñera desde el mes de octubre pasado enfrenta una grave crisis política, social y violadora de los derechos humanos, las multitudinarias manifestaciones han cobrado la vida de medio centenar de chilenos, más de 400 ciudadanos chilenos, han perdido la visión por la orden dada a los carabineros de balearlos al cuerpo y rostro. 2845 chilenos heridos y cerca de 9 650 detenidos. En la actualidad está convocada otra manifestación y se están solicitando la renuncia de Piñera y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.

El presidente paraguayo Mario Abdón Benítez, está acusado de corrupción y de recibir él y congresistas de su partido, dinero del gobierno brasileño de Bolsonaro, así mismo se continúa las acciones represivas contra el movimiento social y político paraguayo.

Mientras que en los 18 meses que lleva de gobierno, Iván Duque, ha desconocido los Acuerdos de Paz, firmados por las FARC-EP y el Gobierno de Santos, es cómplice del crecimiento de las bandas narcotraficantes y paramilitares, durante su mandato se han cometido más de 400 asesinatos contra dirigentes sociales y más de un centenar de ex combatientes de la guerrilla desmovilizados, sin que haya tomado una sola medida para impedirlo.

La desestabilicen del gobierno de Duque no proviene del castro- chavismo como han propagado Duque, Uribe y su sequito de medios desinformativos, tampoco de Rusia como señaló la irresponsable vice presidenta Marta Lucia, las políticas neoliberales y los graves crímenes que se cometen en su gobierno con su complacencia y la de Duque son los que provocaron el 21 N y que hoy continúan, las graves violaciones del ESMAD y los crímenes contra la población civil no quedaran impunes, Dilan Cruz, no era un vándalo como declaró la vergonzante senadora Cabal, era un joven estudiante y ella debe pagar por sus declaraciones.

En la actualidad el CNE, ha iniciado una investigación a raíz de la denuncia de la ex senadora conservadora Aida Merlano, quien lo acusa y ha presentado pruebas de que durante la campaña presidencial Duque fue favorecido por la compra de votos, no solo en la costa Atlántica también en todo el país. Así mismo la Corte Suprema de Justicia, también ordenó una investigación por las graves acusaciones de la ex senadora Merlano, sobre hechos que implican al presidente Duque, al senador Álvaro Uribe Vélez, a las familias costeñas Gerlein y Char, incluyendo un plan para asesinarla.

Estas son las iluminadas perlas de la democracia latinoamericanas que asistieron al Concierto de la Guerra en Cúcuta y que aún esperan porque los protagonistas y actores artísticos que lo ejecutaron, lo mínimo que puedan hacer es pedir perdón al pueblo venezolano incluyendo al multimillonario Richard Branson.

De la parte venezolana, lo que se aprecia, una grave crisis provocada por las sanciones económicas del gobierno de Donald Trump, incluyendo la apropiación de millonarias cuentas bancarias y empresas propiedad del Estado venezolano en territorio estadounidense, el robo descarado millonario de las cuentas en los bancos de Inglaterra y Portugal, pero frente a esas políticas, se aprecia una postura digna y de fuerte resistencia del pueblo y gobierno venezolano y sus heroicas Fuerzas Armadas Bolivarianas.

El llamado al dialogo del presidente Nicolás Maduro a la oposición venezolana ha resultado positiva y se ha logrado una Mesa de Concertación con una importante mayoría de los partidos tradicionales como lo son COPEI, ADECOS, MAS, y otros, que se han apartado de la política antipatriótica y entreguista de Juan Guaidó y Leopoldo López, lo que conllevó a que en las elecciones de enero para la presidencia de la Asamblea Nacional aún en desacato, Juan Guaidó, fuera derrotado por este sector, dialogante y con ello se ha fortalecido la política, de paz que lleva adelante el presidente Maduro.

Por otra parte, el presidente Donald Trump, continua con su agresiva política de sancionar y no descartar una acción punitiva contra Venezuela, para lo cual se apoya en el gobierno de Iván Duque, actualmente desprestigiado, debilitado y más ahora con el dividido oficialista partido, Centro Democrático.

Desesperado por su errada política hacia Venezuela, Trump con intención de oxigenar a Juan Guaidó, financió y organizó una visita por Europa del desprestigiado autoproclamado “presidente” y su invitación y participación en el discurso anual de la Unión, para descredito de la tan cacareada democracia estadounidense.

En Europa su visita fue repudiada por cientos de personas en España, Londres y Paris, los chalecos amarillos, le llamaron mamarracho y payaso, pero de esas repulsas y acciones, la prensa hegemónica nada publicó, inflando como siempre el globo de que fue exitosa.

Estos han sido los acontecimientos acaecido a un año del fracasado intento de golpe de estado contra el gobierno legítimo de Venezuela, por los autoproclamados demócratas de nuestra región, que han resultado unos verdaderos farsantes y traidores a sus pueblos.