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La cuarentena permitió ver que existe otro virus: la violencia contra la mujer
La otra pandemia
Estas cifras llaman la atención en el país, más cuando se conoce que no todos los casos de violencia son denunciados por miedo, ausencia del sistema para denunciar, desconocimiento de los derechos de las mismas mujeres o de las rutas a seguir en caso de un flagelo.
Erika Nuncira / Sábado 3 de octubre de 2020
 

En el país entre el mes de enero y agosto, se han presentado 359 feminicidios, siendo agosto uno de los meses con las cifras más altas, según lo registra el Observatorio de Feminicidios Colombia. La violencia no para y esta se manifiesta tanto en violencia física, psicológica, sexual, económica y/o patrimonial, intrafamiliar, política, en el acoso callejero, el ciber acoso, entre otras modalidades, de las cuales son víctimas sin importar la edad.

Agudo panorama en el país

En el marco de la pandemia por el covid-19, las denuncias por múltiples violencias contra la mujer aumentaron. De acuerdo con cifras del Observatorio de Feminicidios Colombia, entre el primero de enero y el 4 de julio de 2020, cinco niñas de 0 a 4 años han sido asesinadas, dos de 5 a 9 años, seis de 10 a 14 años, diez de 15 a 18 años, y una menor sin información, para un total de 24 menores víctimas de feminicidio; por su parte en cuanto a feminicidios a mujeres venezolanas se encuentra que entre enero y junio, se ha encontrado un total de 11 mujeres asesinadas, de las cuales cuatro fueron en Norte de Santander, tres en Atlántico. Valle del Cauca, Casanare, Magdalena y Bolívar, reportaron de a un caso.

En casos de transfeminicidios, entre enero y el 28 de junio se han presentado siete, de los cuales tres han sido en Antioquia, uno en Atlántico, uno en Magdalena, uno en Bogotá y uno en Huila, siendo las edades de las víctimas entre los 23 a 48 años.
Adicional a ello, solo en el mes de agosto, en 19 de los 32 departamentos de Colombia, se presentaron 68 feminicidios. Los departamentos con más casos fueron Antioquia con 13, en el Valle del Cauca 9, en el Magdalena 9, en Atlántico 7, en Bolívar 5, en Bogotá 3; de estas cifras una era lideresa campesina, dos eran lideresas comunitarias, una era mujer firmante del acuerdo de paz y una era mujer lideresa política, nueve eran migrantes y una era extranjera residente. Agosto así expone una cifra de 68% de feminicidios en zona urbana que corresponde a 46 casos y un 32% en lo rural que corresponde a 22 casos, según cifras del Observatorio de Feminicidios Colombia.

Por otra lado en términos de cifras asociadas a la violencia de género, según Sisma Mujer, se encuentra que en cuanto a llamadas por violencia intrafamiliar se pasó de 692 en 2019 a 1.674 en este año, siendo este tipo de violencia, la que ocupa la mayor cifra de reportes en la línea 155, con un 75,8% entre el periodo de marzo 25 a abril 11, datos que muestran a su vez cómo la frecuencia de llamadas pasó de una cada 27 minutos en el 2019, a una cada 12 minutos en 2020, con un total de 964 en 2019, y 2.209 en 2020 durante este periodo; siendo el mayor número de estas en Bogotá con un 41,83%, siguiéndole Antioquia con un 10,86%, Valle del Cauca con 8,96%, Cundinamarca con 6,43%, Atlántico con un 5,02% y Santander con un 3,89%, tiempo que se caracterizó por presentar un aislamiento obligatorio según decreto del Gobierno nacional por el covid-19.

Las mujeres rurales

Las mujeres rurales también son víctimas de la violencia de género, que se presenta en diversas formas; según datos del Tercer Censo Nacional Agropecuario – DANE, se encuentra que en términos de toma de decisiones de producción agropecuaria solo el 26 % se hace por parte de las mujeres mientras que el 61% es hecha por los hombres; de la misma manera se encuentra que mientras un hombre gana entre 30.000 a 40.000 pesos por jornal, una mujer gana 25.000 mil pesos como lo expone Semana Rural.

En estas zonas las mujeres enfrentan limitaciones en el acceso a recursos como el agua, la tecnología, los insumos agrícolas, el financiamiento, la capacitación y los seguros; siendo precario también el acceso a la salud, a los servicios públicos domiciliarios, a la educación y a la conectividad, hechos que se suman a los trabajos no remunerados, el no reconocimiento como trabajadoras a las campesinas colombianas y el poco reconocimiento de sus labores productivas y del hogar en donde dedican tiempo a conseguir la leña, el agua, cuidar a los niños, personas enfermas y de la tercera edad.

Estas cifras llaman la atención en el país, más cuando se conoce que no todos los casos de violencia son denunciados por miedo, ausencia del sistema para denunciar, desconocimiento de los derechos de las mismas mujeres o de las rutas a seguir en caso de un flagelo. Organizaciones de mujeres vienen impulsando campañas a fin de instar al Gobierno nacional a que se garanticen sus derechos y se fortalezcan los espacios de denuncia, seguimiento y justicia frente a estos hechos. En el país, el sistema patriarcal se mantiene, pero también existe la movilización social a fin de derribar toda estructura que continúe con el flagelo de las mujeres.

Publicado en VOZ