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Golpe de estado en Honduras
Gobierno de facto alarga el conflicto: zelayistas
La caída del mandatario, respuesta a las oraciones: iglesias. El presidente venezolano da por "muerto" el proceso de negociación
Arturo Cano / Viernes 10 de julio de 2009
 

Los noticieros radiofónicos cortan la información sobre las movilizaciones de uno y otro bandos. Suena la voz del presidente de Costa Rica, Óscar Arias: "Ambos sectores han afirmado su convicción de que es con el verbo, no con la pólvora, con lo que se escribirán los trazos de su reconciliación".

"Va para largo", coinciden dos hombres sentados en un café cerca de la casa presidencial.

"El pueblo no va a esperar eternamente", afirma a este diario la diputada Silvia Ayala, una de las cuatro representantes del presidente Manuel Zelaya en el diálogo de San José, con su maleta lista para regresar a Honduras.

Óscar Arias, cuya labor mediadora surge a propuesta de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hilary Clinton, se dice satisfecho con la primera ronda, pero no establece fecha para el siguiente encuentro.

La diputada manifiesta que el gobierno golpista sugirió una reunión dentro de ocho días, lo que abona la idea, extendida aquí entre los zelayistas, de que el gobierno de facto "sólo busca alargar el conflicto". "Nosotros dijimos que era demasiado tiempo y le propusimos al presidente Arias que el próximo encuentro fuera en Honduras", completa Ayala.

Sobre las reuniones que comenzaron el jueves, Ayala dice que "cada parte expresó su versión de los hechos. Ellos, las supuestas pruebas de su actuación apegada a la ley. Nosotros poco debimos presentar, porque hay hechos que no requieren ninguna comprobación: todo el mundo fue testigo de que el Presidente fue expulsado del país por los militares".

El presidente de facto Roberto Micheletti es cuestionado sobre la marcha de las pláticas: "Van muy bien", señala al término de un acto en el que da posesión de sus cargos a otro ramillete de funcionarios. En esas "juramentaciones" se la ha pasado desde el golpe, y a ese paso va terminar dando posesión a los jefes de departamento.

Del otro lado no se comparte el optimismo: "Mientras en la mesa hablan de buena voluntad, en Honduras arrecian las acciones represivas; por ejemplo, cuando anuncian que van a proceder a investigar las cuentas bancarias de los dirigentes emblemáticos del Frente contra la Resistencia", expresa la diputada Silvia Ayala.

El pasado miércoles, la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros dio a conocer una lista de 40 personas a las que investigará, según los medios locales, por "enriquecimiento ilícito", ya que han recibido fondos desde el exterior o bien dineros gubernamentales de manera irregular. La lista incluye a los funcionarios más cercanos a Zelaya, además de líderes sindicales y campesinos, incluso periodistas.

"Los golpistas están en la fase de la represión selectiva, intentando intimidar a los dirigentes de la resistencia. Pero deberían saber que la resistencia legítima y pacífica no se va a detener", resalta Ayala, militante del Partido Unificación Democrática, cuyo candidato a la presidencia, César Ham, está en la lista negra de la CNBS.

"Los golpistas quieren ganar tiempo"

Gladys y Francisco Moreira caminan cuesta abajo por la carretera. Su ciudad, Tegucigalpa, se extiende frente a ellos como un telón enorme, mientras comparten respuestas: "Ese diálogo de Costa Rica sólo es para cansar. ¿Quién lo propuso? Estados Unidos, que ni retira a su embajador ni se atreve realmente a bloquear. Es atole con el dedo".

–¿Vieron a Hugo Chávez?

–Pues cómo, si desde temprano andamos acá en el bloqueo.

–Chávez dice que el diálogo en Costa Rica estaba muerto antes comenzar, que es "un aborto de Washington".

–Pues eso es, tiene razón, y conste que no lo habíamos oído.

Gladys y Francisco bajan con otros miles por la carretera que conduce a San Pedro Sula y a la costa Atlántica, tras un bloqueo de un par de horas, organizado por el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado, en sincronía con los efectuados en los departamentos de Colón y Santa Bárbara.

Presente en la movilización, Juan Barahona, dirigente de la Federación Unitaria de Trabajadores, coincide con Gladys y Francisco: "El diálogo en Costa Rica es una táctica para prolongar el conflicto, una estrategia para darle largas, pues así esperan debilitar a la resistencia", señala mientras desde el carro de sonido se anuncian nuevas movilizaciones para el fin de semana.

El bando que apoya a los golpistas también juega. Juan Ferrara, de la Unión Cívica Democrática, que ha organizado las llamadas "marchas blancas", informa que este sábado habrá una "jornada nacional de oración" por la paz y la democracia en Honduras. La Iglesia católica y la Confederación de Iglesias Evangélicas habían convocado a esa jornada el jueves. "La caída de Zelaya fue una respuesta a nuestras oraciones", suelen decir los asistentes a éstas.

El apoyo a los golpistas ha borrado las fronteras entre gobierno, organismos empresariales, cúpulas partidistas, medios, iglesias y agrupaciones cívicas, aunque todas usan el paraguas de la Unión Cívico Democrática y, a veces, de una agrupación de "Jóvenes por el cambio" para llamar a las concentraciones.

Desde hace dos días la campaña más fuerte de todos estos sectores es para exigir a los profesores el retorno a las aulas, pues los sindicatos magisteriales son uno de los pilares de la resistencia. Hoy, en el Parque Central, agrupaciones de padres de familia llevan niños para demandar a los docentes el regreso a clases. "A quienes están afectando es a los hijos de los pobres, porque los ricos tienen a sus niños en escuelas privadas y esas están abiertas", dice una de las manifestantes.

Los problemas de los centroamericanos

Radio Globo, la emisora que escuchan los zelayistas, interrumpe su noticiero para poner la conferencia de prensa que el presidente Hugo Chávez ofrece en Caracas sobre el diálogo en Costa Rica: "Es un muerto. Un error craso de Washington. Afortunadamente Zelaya salió rápido de la trampa", suelta.

Según Chávez, "los golpistas están tratando de lavarse las manos" y culparán del golpe a los militares. "Ay, Romeo Vásquez, ya te veo", dice en referencia al jefe del ejército hondureño y héroe del golpe.

Por la tarde, Roberto Micheletti minimiza las declaraciones de Chávez: "Dijo que nos iba a invadir y no lo hizo, que iba a mantener el combustible para los hondureños y no lo ha hecho, y dijo que iba a traer a Manuel Zelaya en un día y no lo trajo; entonces, está perdiendo credibilidad".

El Departamento de Estado sostiene que la declaración de Chávez es "prematura", en tanto José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), comparte su pesimismo con una radio chilena: "Hay una indisposición o falta de voluntad para hacer las cosas. No creo que esta vez vayamos a ver humo blanco".

Desde República Dominicana, donde es recibido con honores de jefe de estado, Manuel Zelaya asegura que él ganará la batalla y reitera su llamado al pueblo hondureño para sostener la resistencia.

En medio de la avalancha de declaraciones de distintos puntos de la geografía mundial, Óscar Arias recuerda que él aseguró el jueves que la solución tomaría su tiempo, y también subraya, quizá pensando en Insulza y Chávez: "Dejen a los centroamericanos resolver los problemas de los centroamericanos".