Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Opinión
Nicaragua: fake news y verdad
El pueblo de Nicaragua está decidido a defender su revolución porque les ha devuelto la esperanza y porque, ellos, los nicas, si pueden, en Centro América, celebrar con verdadera certidumbre el Bicentenario de la Independencia.
Víctor Manuel Ramos / Miércoles 15 de septiembre de 2021
 

Luego de que Trump incitó a algunos de sus seguidores para que asaltaran el Capitolio, la policía procedió a arrestar a varios de los manifestantes, a uno de ellos le decomisaron un auto cargado de armas y explosivos. Muchos de estos fans de Trump están en la cárcel y se les sigue juicio. Veamos algunos fragmentos de noticias relacionadas:

«Más de 80 personas han sido detenidas por su presunta participación en el insólito asalto a la sede del Congreso de EE. UU. el 6 de enero. Entre los arrestados se encuentra el hombre que fue fotografiado cargando el atril de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y otro, quien durante la irrupción en la sede del poder Legislativo se sentó en el despacho de la líder demócrata.»
«El FBI ha detenido a un exfuncionario del Departamento de Estado de Estados Unidos, designado durante la Administración del expresidente Donald Trump, en relación con el asalto al Capitolio el 6 de enero. La portavoz del FBI en Washington Samantha Shero ha precisado que el detenido ha sido Federico Klein, antiguo asistente del Departamento de Estado, según informa Politico.»

«Paul Hodgkins, un operador de grúa de Florida de 38 años, se ha convertido en el primero de los más de 570 imputados por el asalto al Capitolio el 6 de enero sentenciado a una pena de cárcel por un crimen. Tras declararse el mes pasado culpable de obstruir un procedimiento oficial al entrar en el Senado, Hodgkins ha sido condenado por un juez federal de Washington a una pena de ocho meses en prisión.»

Ningún medio de comunicación ha hecho alharaca porque estos encarcelamientos en Los Estados Unidos, ni la población norteamericana tiembla por tales arrestos. Se trata de personas que infringieron la ley y por tanto la misma ley les obliga a responder por sus actos y a someterse a un juicio. No vi en The New York Times una hoja completa en defensa de esos manifestantes, ni a Academias y defensores de los derechos humanos poniendo el grito al cielo por los derechos de los manifestantes norteamericanos. Nada de eso. Sin embargo, la separata que agregan La Prensa y El Heraldo los sábados, respaldada por The New York Times, acaba de publicar un artículo en el que, basado en mentiras, se refiere a lo que ellos llaman “el terror en Nicaragua”.

En 2018, un grupo de ciudadanos nicaragüenses se fue a las calles para protestar por una reforma al sistema de seguridad social que, según el gobierno, estaba destinada a favorecer a los más pobres y desposeídos. El Gobierno, frente a la presión, cedió y declaró nula la reforma. Pero los manifestantes no regresaron a casa, porque la reforma no era el objetivo. Los organizadores, parapetados en ONG financiadas por el Tesoro Norteamericano, pretendían incendiar el país para provocar la caída del régimen sandinista. Entonces pasaron a la acción. Cómo el gobierno acuarteló a policías y militares para evitar enfrentamientos con fatales consecuencias, los alzados creyeron que las autoridades estaban aterrorizadas y arrinconadas y comenzaron el pillaje, el ajusticiamiento de policías y militantes sandinistas, el asalto de las postas de policía, el tranque de las calles y la destrucción e incendio de propiedades. Fue entonces cuando el Gobierno reaccionó, porque las negociaciones no conducían a nada, y comenzó a poner orden. El resultado fue una buena cantidad de prisioneros que posteriormente fueron puestos en libertad a pesar de que habían cometido infracciones a la ley.

Los mismos medios que callan frente al encarcelamiento de los asaltantes del Capitolio, alzaron su voz para defender, disque, los derechos humanos de los manifestantes nicaragüenses opuestos al gobierno sandinista. Y, mediante el uso de mentiras conocidas ahora como fake news han seguido con una campaña en contra de Nicaragua destinada a facilitarle al gobierno norteamericano la intervención en el País de los Lagos, para imponer ahí un nuevo régimen que devuelva al somocismo y al chamorrismo el control de haciendas y personas en el país más golpeado, a lo largo de la historia, por el imperialismo yankee.

En el artículo de The New York Times, Medardo Mairena se hace aparecer como postulante a candidato presidencial nicaragüense, cuando en realidad no tenía partido ni tenía el respaldo de ninguna organización política en Nicaragua. Un buen grupo de ciudadanos nicaragüenses aspiraban a ser candidatos por el Partido Ciudadanos por la libertad, fundado por Carmela Rogers, una norteamericana que se había naturalizado en Nicaragua y que se hacía llamar Kity Monterrey, era el asidero y parapeto de esos presuntos candidatos. Y como todos querían ser el ungido habían armado un pleito de perros y gatos, incluso rechazando la posibilidad de un escrutinio interno. Mairena, para matizar su novelesca declaración, dice que vio como desaparecían los otros candidatos y como eran sacados arrastrados de sus casas. ¿Cómo se las arregló para ver todo eso? Siete candidatos presidenciales fueron puestos en prisión, desde junio, según The New York Times. Sin embargo no dice a que partido representaban estos candidatos, ni que no habían hecho ningún trámite para ser escogidos por partido alguno, ni para inscribirse en el registro electoral de aspirantes a la presidencia. Lo cierto, no eran candidatos de nada.

Nicaragua inició una serie de acusaciones fiscales en contra de varios miembros de ONG por suponerlos responsables de la utilización de dineros provenientes del gobierno estadounidense para provocar los disturbios del año 2018 y para desestabilizar la vida política del país con motivo de las próximas elecciones de noviembre, en la cuales, sin lugar a dudas, la oposición resultará nuevamente derrotada.

Más adelante, las falsedades de The New York Times van al asunto de las migraciones. Hablan de miles de miles de nicaragüenses huyendo hacia Los Estados Unidos, cuando en la realidad quienes han huido y huyen son los ciudadanos de El Salvador, de Honduras y de Guatemala, países en donde se han instalado dictaduras y gobiernos seudodemocráticos que en nada han satisfecho las necesidades de los ciudadanos sometidos, a lo largo de dos centurias, a la miseria y a la explotación. Pero para esto el diario neoyorquino no tiene ojos, ni oídos y por eso no hacen campañas firmes en contra de estos países y en favor de los miserables que arriesgan sus vidas en busca de un sueño que nunca se cumple.

El fake diario de New York pretende hacer más insólita su mentira y dice que muchos de los detenidos son ancianos, ex generales, ex guerrilleros y comandantes, como si estos señores tuvieran, por su condición, carta abierta para violar las leyes.
Para concluir, The New York Times cita a un abogado que afirma, con asombrosa ingenuidad: «Absolutamente nadie sabe de qué se les acusa», porque en Nicaragua y en el mundo todos saben que los detenidos están acusados de traición a la patria por lavado de activos provenientes del fondos proporcionados por el gobierno norteamericano para alterar el orden en Nicaragua y crear un clima que permita el asalto al poder y el retorno al somocismo, a la democracia made in USA, a hacer de Nicaragua nuevamente un lacayo, un nuevo perrito faldero en la alfombra de la Casa Blanca.

El pueblo de Nicaragua está decidido a defender su revolución porque les ha devuelto la esperanza y porque, ellos, los nicas, si pueden, en Centro América, celebrar con verdadera certidumbre el Bicentenario de la Independencia.

Contra el sandinismo, las mentiras no hacen mella. 14 de setiembre de 2021, a un día de la conmemoración del acta y la falsa independencia de 1821.