Pese a las conversaciones adelantadas con autoridades del Distrito y Gobierno Nacional, los pueblos indígenas siguen en la toma pacífica del Parque Nacional de Bogotá. Las respuestas de las autoridades no han sido satisfactorias.

A pocos días de cumplirse un mes de la toma pacífica del Parque Nacional de Bogotá que realizan trece pueblos indígenas de varias comunidades del país, sus líderes aseguran que no se moverán de ese asentamiento hasta no encontrar una salida digna y satisfactoria a la situación de precariedad a la que están sometidos en distintas regiones.

De acuerdo con las declaraciones de Miguel Ángel Sintuabaniama, mayor embera katío del municipio de Bagado (Chocó), de poco han servido las reuniones con las autoridades distritales de Bogotá y del Gobierno Nacional. Sus peticiones siguen sin obtener respuesta y no piensan moverse del parque hasta tanto no se resuelvan los más de sesenta compromisos firmados por el Estado y que siguen sin encontrar solución.

Pese a que las condiciones de precariedad en que se alojan en el Parque Nacional comienzan a afectar a niños y mujeres, las comunidades organizadas que se toman el predio no ceden a las amenazas de desalojo por la fuerza que han declarado algunas autoridades como el inspector de Policía de la capital, ni el secretario de Gobierno de la Alcaldía Mayor.

Las únicas condiciones que ponen los pueblos indígenas para desalojar pacíficamente el parque es el retorno con garantías a sus regiones: vivienda digna, comida, acceso a salud y oportunidades de empleo, además del reconocimiento como pueblos originarios y el cumplimiento de las acciones comprometidas entre las comunidades y el Gobierno central.

Para hacer sólidas las garantías, los líderes de estos trece pueblos presentes exigen la firma de un acta de compromiso con cada uno de los puntos pendientes y los que salgan de la mesa de concertación.

Colombia Informa