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No todo es color de rosa en la cuna de los famosos vinos
Euskal Herria: La vendimia comienza en Rioja con inquietud sobre los precios
Las organizaciones campesinas se preocupan porque las bodegas aprovechan la crisis para rebajar precios. Temen no poder vender toda su cosecha.
Pablo Ruiz De Aretxabaleta / Lunes 14 de septiembre de 2009
 

La incertidumbre está floreciendo en los viñedos de Rioja Alavesa y de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja, en general. En los últimos años la estabilidad ha venido siendo la norma habitual en las relaciones entre productores de uva y las bodegas a las que venden su cosecha. Atrás quedaban las subidas o bajadas de precios que habían llevado a perder mercados hace una década.

Pero la crisis ha trastocado el clima estable de Rioja. Es la imagen que trasladan algunos agricultores que aseguran que «las aguas turbias es una situación que interesa a las bodegas».

«La situación en estos momentos no es la de la misma alegría que años atrás», confirma Eduardo Pérez de Azpillaga, responsable del sector en la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA) - Vía Campesina.

Reconoce que existe cierta preocupación entre los agricultores o cooperativas que no tienen asegurada la venta del 100% de su cosecha.

Pero esta preocupación puede ser incluso aprovechada por las bodegas que al ver publicadas estimaciones de precios a la baja, los reducen unos céntimos más en sus ofertas.

Crisis

La crisis económica global que también ha afectado a las ventas del vino de Rioja es, en principio, la explicación para que las bodegas no quieran acumular uva que luego costará vender. «No sé si tenemos crisis o es un juego que están haciendo las bodegas. Según los datos del Consejo Regulador de la Denominación, las ventas han bajado un 10% y el precio del vino embotellado, un 3%», señala.

Con esas cifras afirma que las bodegas no pueden decirle al agricultor que no compran la mitad de la uva, como indica que ha sucedido en algunos casos, ni presentar precios con «bajadas abismales». Rehúsa concretar estas reducciones precisamente para evitar un efecto «bola de nieve».

Pero a la vez, reconoce que hay bodegas que han dicho que van a mantener la tabla de precios y calidades del año pasado. Pérez de Azpillaga indica que, la situación está complicada en general y en algunos casos más que en otros. En definitiva, espera una campaña «atípica».

Señala que en los últimos años el agricultor se ha esforzado en aumentar la calidad de las uvas. «La labor de aclareo de racimos se ha metido en la agenda del agricultor a mediados de julio», indica. Al reducir el número de racimos por cada viña se autolimita la producción y eso estaba permitiendo estabilizar los precios.

Año complicado

Por ello, lamenta que no se reconozca este esfuerzo y ahora «las bodegas, aprovechando la coyuntura mundial, se salten todo a la torera y jueguen con la palabra crisis. Es más ficticio que real, pero al final están haciendo daño. Están cayendo los precios y poniendo al agricultor nervioso y va a haber agricultores que el 1 de octubre no sepan dónde llevar las uvas, aunque no serán muchos, y otros que en febrero no sepan qué hacer con el vino porque la bodega les ha hecho que les va a comprar el 50%. No digo que haya crisis pero es un año complicado», concluye.

UAGA aún no ha adoptado una postura ante esta situación. Sus representantes en la comarca se van a reunir en los próximos días para acordar qué postura llevará a la próxima reunión de la Interprofesional del Vino, organismo que reúne a los sectores productor, transformador y comercializador. En teoría esta Interprofesional debería evitar los excesivos vaivenes del mercado, pero no todos opinan que esté cumpliendo su labor.

Desde la Unión de Agricultores y Ganaderos de Rioja (UAGR) - Vía Campesina, su presidente, Fernando Fernández Cordón, solicitó la reunión urgente de la Junta Directiva de la Interprofesional para abordar la «abusiva situación de precios que amenaza a los viticultores de la DOC Rioja» y que no están dispuestos a consentir.

Asegura que existe un tremendo malestar entre los viticultores porque los precios han registrado descensos «mucho mayores de lo que bajaban las ventas de Rioja en los mercados». Afirma que hay bodegas que «obligan a renegociar los contratos vigentes, bajando precios y aprovechándose de la psicosis con la que quieren dominar al sector».

El presidente de UAGR advierte de que si no se empiezan a sentar las bases para garantizar unos precios «rentables y justos» para los viticultores, «la vendimia de 2009 puede ser más caliente de lo que todos deseamos».

La situación se ha producido también en otras denominaciones. En Valdepeñas agricultores llegaron a paralizar la vendimia como medida de presión hasta que las bodegas accedieron a negociar los precios.

Las denominaciones Rioja y Navarra esperan una alta calidad

El análisis de los viñedos que lleva a cabo el Consejo de la DOC Rioja muestra «un buen estado vegetativo y sanitario». En Rioja Alavesa la evolución de la maduración alcohólica y fenólica de la variedad tempranillo «es favorable con parámetros equilibrados y valores dentro de la media de los últimos años; la uva viura también presenta una evolución correcta», indica.

Eduardo Pérez de Azpillaga confirma que no hay previsión de problemas y el buen estado sanitario del viñedo, y puede preverse una vendimia de calidad alta, siempre que el decisivo mes de setiembre no lo estropee. En cuanto a la cantidad, calcula que será aproximadamente unos 90 millones de kilos, similar a la del año pasado.

El año ha sido seco en la comarca, lo que hace difícil fijar una fecha de comienzo de la vendimia. «Va a haber mucha diferencia entre el viñedo que ha sufrido la sequía y el que se ha podido regar, en pueblos con regadíos», opina. En este último caso presenta un adelanto mayor y la vendimia podrá empezar a finales de mes, aunque la próxima semana podría empezar a cortarse ya uva blanca.

En el caso de la Denominación Navarra, su Consejo Regulador espera que se superen los 96 millones de kilos de uva, un 15% más que el año pasado en una campaña con «muy buena calidad», debido al perfecto estado de la uva. La vendimia comenzó a finales de agosto, con un adelanto de 15 días respecto al año pasado. En la segunda semana de setiembre se ha empezado a generalizar pues las variedades blancas se recogen ya en todas las zonas, y comienza la recogida de uvas tintas en la Ribera Baja y la Ribera Alta.