Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Nuevo Congreso: Continuidad, expectativa y desasosiego
Aiden Salgado Cassiani / Miércoles 13 de enero de 2010
 

Nos encontramos a menos de tres meses de llevarse a cabo las elecciones para el Congreso en Colombia (Senado y Cámara), bajo un panorama nada alentador, debido a los hechos de ilegitimidad que empañan el parlamento actual, hechos de ilegitimidad que parece continuarán en el próximo periodo.

Para los venideros comicios no se vislumbran cambios algunos en un congreso espurio en más de un 30% de sus integrantes, como van las cosas, esta rama del poder de la democracia liberal occidental, seguirá cuestionada en Colombia.

El actual congreso colombiano es el más ilegitimo en los últimos 30 años; está más desacreditado que el que absolvió al ex Presidente Ernesto Samper, y más que el integrado por Pablo Escobar, quien fuera una de las personas más perseguida en el mundo por su actividad criminal, también uno de los hombres más odiado por la clase dirigente del país (es necesario aclarar, no toda la clase dirigente, ni en todo momento, ésta lo odio, de eso dan fe algunas de las personas más cercanas al circulo presidencial), más no así por grandes sectores populares.

El legislativo en Colombia, con una composición mayoritariamente uribista, ha sido una cabaretera sin principios, por medio de la cual, el presidente Álvaro Uribe a cambio de prebendas, ha sacado adelante todas sus iniciativas, por esta razón Uribe no ha hecho como su similar peruano Alberto Fujimori (cerrar el Congreso) porque el talante antidemocrático y corrupto de estos gobiernos no concibe un poder de contrapeso en la democracia liberal.

No se concibe que hechos como: la privatización de empresas estratégicas para el estado como el Seguro Social, TELECOM, la desestatización de ECOPETROL traducida en privatización, el recorte del presupuesto para la salud y educación, la aprobación del TLC, etc., no hayan sido objeto de verdaderos debates que logren ponerle un alto a estas decisiones que van en contra de los intereses del pueblo, siendo el último hecho de vergüenza la utilización de por lo menos 7 bases militares en territorio colombiano por tropas yanquis, con el derecho de actuar con toda impunidad ante cualquier delito, situación que no encontró rechazo por parte del Congreso. Lo anterior deja mucho que decir.

Parece ser que el silencio del Ejecutivo frente a los hechos de corrupción del Legislativo tiene su recompensa: la aprobación de las antipopulares decisiones y leyes. Pero el parlamento también le acolita al Ejecutivo su corrupción, casos como los del Ministerio de Agricultura son ejemplo de los niveles de corrupción que se dan en Colombia y serían calificados de aberrantes en cualquier país democrático: el suceso Carimagua en el 2008 donde el entonces encargado de la cartera y hoy precandidato presidencial del Partido Conservador, Andrés Felipe Arias (llamado “uribito” por no tener personalidad ni carácter propio y copiarse el peor que encontró: el de Uribe) repartió unas tierra que estaban destinadas para los desplazados a unos terratenientes. El otro hecho fue Agro Ingreso Seguro (AIS), donde el sucesor de uribito le entregó millonadas de dinero a grandes capitalista que habían apoyado con recursos la recolección de firmas para la segunda reelección del actual presidente. Estas situaciones en cualquier democracia seria, le costaría el puesto al Ministro, pero el Congreso en recompensa al silencio del Ejecutivo los absolvió.

El problema del actual congreso no es generalizado, hay algunas excepciones incluso dentro de la coalición uribista, y por su puesto casi toda la oposición, en cabeza de la senadora afrocolombiana Piedad Córdoba. Lamentablemente no puedo decir lo mismo de los congresistas afrocolombianos congregados en la llamada “bancada afro”, estos también están contaminados de la para-política y la delincuencia, ahí están los casos de los detenidos Edgar Ulises torres, Odín Sánchez, Silfredo Morales con un brazalete anticorrupción o por corrupción, que traen a mi memoria los grilletes en la época de la esclavitud y la trata, y el último caso el de Juan Carlos Martínez.

Los hechos de corrupción en los parlamentarios y líderes afrocolombianos van mas allá de lo que sucede en el Congreso, ellos tienen responsabilidad en la situación de corrupción y abandono de las comunidades negras afrocolombianas del pacifico que viven un apartheid administrativo; ratificado en el momento de la distribución del presupuesto de la nación, apartheid que recuerda lo sucedido en Estados Unidos y Sudáfrica. Estos congresistas en nombre del pueblo afro han pactado con fuerzas legales e ilegales acuerdos que le han causado al pueblo afro devastación, desplazamiento y asesinato; por medio de ellos se ha avalado la implementación de mega proyectos lesivos para las comunidades y sus territorios, son ellos mismos que han ido a negociar en nombre de los afro el TLC; el Cordobismo, Edgar Ulises Torres y Odín Sánchez tienen la mayor cuota de responsabilidad en la situación de pobreza del departamento del Choco.

Ante todo esto se debe estar alerta en el nuevo panorama que se presenta para las elecciones del 14 de marzo del 2010, pues muchos de los políticos implicados en hechos delincuenciales no pueden ser candidatos pero están colocando como aspirante a sus súbditos, familiares y amigos.

Hoy el pueblo debe haber aprendido la lección, y el castigo debe ser cero votos para los corruptos, los oligarcas, los parapolíticos y las personas que ellos apoyan. El Pueblo Negro, Afrocolombiano, Raizal - Palenquero, debe negarle el voto y el apoyo a cualquier candidato que este apoyado por unos de los partidos de la coalición uribista como son Cambio Radical, el Partido de la U, Convergencia Ciudadana, Alas Equipos Colombia, Partido Conservador, Colombia Democrática.

El discurso enmascarado de la renovación con nuevos nombres, nuevas personas jóvenes o adultos, hombres o mujeres con la misma mentalidad, la misma forma de hacer política, el mismo clientelismo, las mismas ideas no es nada nuevo, así confunden al pueblo. La esencia esta en nuevas caras con nuevas formas de hacer política. El pueblo está cansado de engaños es hora de un parlamento serio que represente el sentir del pueblo y es hora que en esos espacios de poder, en representación del Pueblo Negro, Afrocolombiano, Palenquero y Raizal estén personas que interpreten el pensamiento de los cimarrones, personas sin vicio de corrupción, sin rabo de paja y sin padrinos cuestionados.