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Pronunciamiento de la senadora Gloria Inés Ramírez sobre los ataques gubernamentales a la registraduría y la candidatura de Angelino Garzón
"De manera que presentar a Angelino Garzón como “militante de izquierda” no es más que otro de los “falsos positivos” en que es especialista el Ex ministro de Defensa y candidato presidencial Juan Manuel Santos"
Gloria Inés Ramírez / Viernes 19 de marzo de 2010
 

Sobre el papel de la registraduría

Es ampliamente sabido que las elecciones del 14 de marzo estuvieron plagadas de toda clase de vicios, corrupción y delitos electorales, como la han denunciado la Misión de Observadores de la OEA y la Misión de Observación Electoral, con el resultado de que la parapolítica y las mafias alcanzaron otra vez una cuota considerable en el Congreso de la República.

Esta situación afectó particularmente a los candidatos de la oposición que tuvimos que realizar nuestra campaña sin garantías y con una enorme desventaja respecto de los candidatos del régimen.

Un caso particularmente grave fue el del Presidente de la República, quien se dedicó a promover con el mayor descaro y en medio de la impunidad total a los candidatos de sus predilecciones. Sólo cuando faltaban dos días para las elecciones y la campaña estaba prácticamente terminada, el Procurador General de la Nación se acordó de llamarle tímidamente la atención.

Una vez realizadas las elecciones, se presentaron sospechosas fallas técnicas en la entrega de datos, que algunos atribuyen a un sabotaje informático, e incumplimientos de los contratistas encargados de la divulgación de los resultados, que han sido vulgarmente utilizados por el Presidente de la República y el Ministro del Interior y de Justicia para lanzar toda clase de descalificaciones contra la Registraduría, hasta el punto de que el Presidente Uribe ha afirmado que “la Registraduría no da confianza para las elecciones presidenciales” y el Ministro Valencia Cossio ha hablado de “hecatombe”, al tiempo que los testigos electorales del Partido de la U, “el Partido del Presidente”, se dedican a sabotear los escrutinios electorales. Parece como si se tratara de provocar deliberadamente el caos con propósitos oscuros.

La ofensiva del gobierno nacional contra la Registraduría se explica en el hecho de que no se prestó para certificar las cuentas fraudulentas del referendo reeleccionista y ha actuado con independencia respecto del Ejecutivo. Por eso, rechazamos los ataques gubernamentales a la Registraduría, exigimos que se respete su autonomía e independencia y demandamos de la Procuraduría General de la Nación investigar en lo que sea de su competencia los hechos denunciados y ejercer una estricta vigilancia para garantizar la transparencia de los escrutinios.

A la ciudadanía y, particularmente a los militantes del Polo Democrático Alternativo, los invocamos a permanecer alerta para impedir que los votos que obtuvimos de manera transparente y con enorme esfuerzo vayan a ser escamoteados por los especialistas del fraude.

Sobre la candidatura de Angelino Garzón a la vicepresidencia de la República

La escogencia de los candidatos a la Vicepresidencia de la República por parte de los candidatos presidenciales obedece a distintos criterios y da tema para los más diversos comentarios. Según al editorial del diario El Tiempo del 13 de marzo, “los criterios para su selección son variados: balances internos de los partidos; equilibrios regionales o de género; alianzas multipartidistas, o la compensación de debilidades reales o percibidas de los candidatos”.

En el caso del partido de la “U”, el editorialista califica de “audaz” la escogencia de Angelino Garzón y afirma que “ha despertado entre los uribistas una interesante gama de reacciones: desde los asombrados positivamente, hasta los incrédulos. Los primeros destacan el balance ideológico y socioeconómico que Garzón le provee a la candidatura de Santos, mientras que los segundos miran con recelo la militancia de izquierda del ex embajador en la OIT”.

Las razones que pudo tener el candidato Santos para escoger a Angelino Garzón como su fórmula vicepresidencial, son asunto de él. Lo que no puede pasar inadvertido para nosotros es la “militancia de izquierda” que se le atribuye, porque puede ser utilizada para engañar incautos.

En realidad, Angelino Garzón es un caso emblemático de lo que significan el oportunismo y el transfugismo político, y de la utilización de la política para fines personales, prácticas que en cualquier país en donde la ética sea una condición para ostentar dignidades, serían repudiables, pero que en un régimen descompuesto como el que impera en Colombia, resultan ser méritos.

En los años 80 del siglo pasado, cuando la izquierda estaba en franco ascenso en nuestro país, Angelino perteneció a la izquierda, pero cuando surgió la crisis del “socialismo real” y la ultraderecha colombiana desató la guerra sucia contra revolucionarios y demócratas, previendo tiempos difíciles, emigró de la izquierda y fue a acampar a las toldas de la recién creada Alianza Democrática – M19, en cuya representación fue elegido miembro de la Asamblea Nacional Constituyente. Allí tuvo una permanencia fugaz, porque durante el gobierno de Samper dio un salto al samperismo que, curiosamente, no fue obstáculo para que después resultara nombrado como Ministro de Trabajo del gobierno de Pastrana, gracias a las influencias conseguidas con su pertenencia a la Comisión de Conciliación de la Iglesia Católica.

A comienzos del presente siglo, los sectores democráticos y de izquierda iniciaron un proceso unitario que pasó por Frente Social y Político, Alternativa Democrática y el Polo Democrático Independiente y que confluyó en la creación del Polo Democrático Alternativo. Angelino Garzón nunca quiso asumir compromiso alguno con estos proyectos, pero tampoco desaprovechó oportunidades para utilizarlos en su provecho personal. Fue así como en las elecciones para la Gobernación del Valle del Cauca logró el apoyo del Polo, pero una vez elegido gobernador se dedicó a congraciarse con el gobierno de Uribe, llegando a extremos tan vergonzosos como el de acompañar al Presidente de la República a Estados Unidos a defender el TLC. Con semejantes “méritos”, una vez salido de la Gobernación del Valle, fue nombrado Embajador de Colombia ante los organismos de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), en donde hizo todo lo posible para limpiarle la cara al gobierno de Uribe, que es uno de los principales violadores de la libertad sindical en el mundo, es decir, pasó sin el más mínimo inconveniente a las filas del uribismo.

Este es, en apretada síntesis, el recorrido politiquero de quien ahora es flamante candidato a la Vicepresidencia de la República por el llamado Partido Social de Unidad Nacional, conocido como Partido de la U, cuya denominación no es casual, porque lo “nacional” y lo “social” han figurado, por lo general, en los nombres de los partidos fascistas, como el nacionalsocialista de Hittler.

Lo que se pretende con esta maniobra es engañar a la opinión pública proyectando una imagen de inclusión y amplitud, cuando lo cierto es que el Partido de la U es uno de los más comprometidos con la parapolítica y representa a los sectores más derechistas del espectro político del país. De manera que presentar a Angelino Garzón como “militante de izquierda” no es más que otro de los “falsos positivos” en que es especialista el Ex ministro de Defensa y candidato presidencial Juan Manuel Santos.

Como militantes auténticos de la izquierda y como sobrevivientes del genocidio de la Unión Patriótica por parte de la ultraderecha, no podemos menos que rechazar airados el que se presente a Angelino Garzón como integrante de la izquierda. Esta es una tergiversación de la verdad y un insulto a las miles de víctimas de la guerra sucia y a quienes continuamos su lucha en medio de las más adversas condiciones.

El puesto de los trabajadores, de los sindicalistas, de los campesinos, de los estudiantes, de las mujeres, de las minorías y de todos los colombianos victimizados por la política guerrerista, antisocial y antinacional de Uribe Vélez y de la ultraderecha colombiana está es en las filas de la oposición que encarna el Polo Democrático Alternativo, con Gustavo Petro y Clara López Obregón, pues, como lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, el peor error político que pueden cometer en las elecciones los explotados es votar por los candidatos de los explotadores.

Bogotá, D.C., 18 de marzo de 2010