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Muere la agricultura en el sur del Tolima
Nelson Lombana Silva / Miércoles 18 de abril de 2007
 

Campesinos e indígenas del municipio de Natagaima se reunieron el 5 de abril en la vereda Palmalta con el fin de estudiar la realidad nacional y trazar estrategias de lucha y resistencia contra las medidas antipopulares que vienen tomando el presidente Uribe y su combo empotrado en el poder en forma ilegítima, como se ha demostrado hasta la saciedad. Durante toda la mañana, y a pesar de la lluvia pertinaz, los contertulios vecinos de diversas veredas del municipio expusieron sus puntos de vista con claridad y decisión.

Fue una jornada ardua que remataron con un sabroso sancocho campesino y la compra masiva del semanario "Voz, la verdad del pueblo", destacando el papel que juega este medio en el proceso de formación política e ideológica, en la organización y en la línea fresca que semanalmente el Partido Comunista plasma en sus páginas.

Luis Eduardo Ortiz dijo con orgullo que su primer voto lo dio por el compañero Jaime Pardo Leal y siempre ha militado en la izquierda, porque la derecha tiene al campesino como una simple basura. Dijo que el Partido Comunista es el partido de la unidad y que la unidad es lo más importante para salir todos adelante.

Natagaima es uno de los municipios más golpeados por el paramilitarismo, la pobreza y la falta de presencia efectiva del estado. La agricultura en la zona muere rápidamente sin que el gobierno nacional se dé por enterado; en el caso del algodón —por ejemplo— normalmente se cultivaban diez mil hectáreas, el año pasado se cultivaron apenas 1.800 y en este sólo 180, afirmaron los presentes.

Ricardo Juanías Hernández dice que "es una realidad que hay que afrontar, sobre todo porque este era un monocultivo del cual dependía en grado sumo la economía del municipio y de la región, pero en estos momentos son muy pocos los que lo cultivan debido a factores diversos como de orden climatológico, de suelos, factores políticos y de corrupción porque los fondos que se han creado para ayudar a los algodoneros sólo han beneficiado a los poderosos o mayoritarios, los préstamos son para los más pudientes, pues a los campesinos de una o dos hectáreas les niegan el crédito o le colocan muchos requisitos que resulta imposible hacer uso de ellos. En ese sentido, el cultivo del algodón tiende a desaparecer, pero también el cultivo de sorgo y de maíz. Ante esa realidad, la única salida es la de promover los policultivos y cultivos de pancoger que garanticen la seguridad alimentaria en la zona", explica el dirigente indígena.