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La superación de las causas estructurales del conflicto como requisito básico para la paz
Ponencia de Marcha Patriótica en la mesa de Política Nacional de Paz
Marcha Patriótica y Cabildo Abierto / Jueves 18 de agosto de 2011
 

Dentro de los criterios políticos de actuación del proceso Marcha Patriótica, los Cabildos Abiertos y el Consejo Patriótico Nacional está la lucha decidida por la búsqueda de la Solución Política al Conflicto Social y Armado, bajo el entendido de que el pueblo colombiano y sus procesos organizativos se manifiesten de diversas maneras con acciones que rechacen de manera contundente las salidas militaristas y guerreristas en la perspectiva de avanzar en una Ruta Por la Paz que nos permita llegar a la construccion MOVIMIENTO POR LA SOLUCION POLITICA y LA PAZ.

De allí la necesidad de profundizar el debate con respecto a la existencia del conflicto social y armado en Colombia, pues este cobra hoy una mayor significación frente a la degradación del mismo a través de las diversas modalidades aplicadas en desarrollo de la POLITICA DE SEGURIDAD DEMOCRATICA del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez y continuada por Juan Manuel Santos ahora bajo el mote de Politica Integral de seguridad y defensa para la prosperidad, la cual a partir de la penalización y criminalización de la protesta con los asesinatos selectivos, las masacres generalizadas, las detenciones masivas y arbitrarias, la desaparición forzada, etc., referencia la falta de voluntad política del establecimiento promoviendo y estimulando una política de guerra que prioriza una salida militar al conflicto con la perspectiva de derrotar militarmente a la insurgencia para imponer un acuerdo de paz sin concesiones ni cambios estructurales en los aspectos políticos, sociales y económicos. Dicha política continua la incorporacion de la población civil en el conflicto a partir de la implementación de programas como los soldados campesinos, familias guardabosques, red de cooperantes y caza recompensas, siendo esta una clara infracción del Derecho Internacional Humanitario.

En la puesta en marcha de dicha política el gobierno de Colombia y Estados Unidos anunciaron en su momento, la implementación de un plan a seis años (2007-2013) denominado “ESTRATEGIA DE FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA Y DESARROLLO SOCIAL” o “PLAN COLOMBIA II” orientado a fortalecer la política de Seguridad Democrática en cumplimiento de las líneas guerreristas PLAN PATRIOTA, PLAN VICTORIA y demás acciones de guerra, con la excesiva militarización de zonas del país y los desmedidos recursos para el gasto militar que sobrepasa el 15% del presupuesto de la Nación y el 6.5% del Producto Interno Bruto, lo cual equivale a más de 15 billones de pesos para el fortalecimiento militar con la compra de aviones de guerra helicópteros artillados y la incorporación de 13 mil soldados profesionales, los cuales se suman a los 13 mil incorporados en el 2007 de un total de 37 mil nuevos efectivos hasta el 2010; acciones que se complementan con el anuncio de la reactivación de la IV Flota Naval de los Estados Unidos para el Caribe y Suramérica, al igual que el posible traslado de la antigua Base Militar de Manta a la Guajira como estrategia que busca contener la lucha del movimiento social y popular en Colombia y el avance y consolidación de procesos alternativos democráticos y de izquierda en América Latina.

Las raíces histórico-políticas determinadas por la exclusión,politica la marginalidad economica y la injusticia social que referencia el surgimiento del conflicto social y armado en Colombia se mantienen intactas, haciéndose necesario avanzar en la solución de las mismas a través de la búsqueda de la SOLUCION POLITICA AL CONFLICTO SOCIAL Y ARMADO a partir de la PAZ DEMOCRATICA CON JUSTICIA SOCIAL con base en la construcción de una sociedad con libertades, pleno derechos sociales e igualdad de oportunidades como fundamento de bienestar y progreso de los colombianos en perspectiva de la dignificación de la condición humana.

En la definición de acciones que procuren la concreción de mejores niveles de vida para los colombianos está la superación del concepto de consecución de la paz como anhelo y aspiración bajo el entendido que este es un derecho y un bien supremo que se deriva de la comprensión del acumulado de luchas y reivindicaciones de hombres y mujeres a través de la historia.

Lo anterior determina superar los niveles de iniquidad en un país que durante el año 2010, los grandes grupos empresariales reportaron ganancias de $917.000 millones de pesos y el sector financiero acumuló la no despreciable suma de 3.67 billones de pesos en los primeros 5 meses de 2011; aspectos que contrastan con el aumento de los índices de pobreza donde más de 29 millones de colombianos están sumidos en este flagelo, 9.5 millones en la extrema pobreza e indigencia y el desempleo alcanzó la cifra del 14% siendo la más alta de América Latina; de igual manera corresponde aunar esfuerzos y compromisos en la lucha para superar la crisis humanitaria que vive Colombia en el último periodo y que se deriva de los más de 5 millones de desplazados forzados, de 57 mil desaparecidos , de más 3.700 masacres perpetradas, de la existencia de más de 2000 fosas comunes en diversas regiones del país y de los más de 9000 casos de detenciones masivas y arbitrarias presentados en la última etapa, sumado a los mas de 3000 casos de los mal llamados falsos positivos, que en realidad son ejecuciones extrajudiciales, las cuales vienen en aumento en este año a partir de la desaparición y posterior asesinato de lideres sociales y populares en varias regiones del país.

En desarrollo de una política de terror institucionalizada el paramilitarismo se concibe como un estrategia de Estado el cual pretende perpetuar las viejas castas de la política tradicional y diezmar la capacidad de lucha del movimiento social y popular a partir de los asesinatos selectivos y masacres generalizadas configurándose como crímenes atroces y de lesa humanidad; la consolidación de dicho diseño se da a partir de la adopción e implementación de mega proyectos asociados al gran capital nacional e internacional en procura de mantener un control territorial y un dominio económico – político que se aplica en bastas regiones del país.

El paramilitarismo como apéndice de la clase política y dominante está en auge, de allí que la pretendida desmovilización la concebimos como una farsa ya que mantiene su control político, social y económico, los cuales no pueden ser denominados como bandas emergentes, pues lo que se presenta es el reagrupamiento y traslado de estructuras criminales a otras regiones y de continuación de acciones militares en zonas donde tradicionalmente ha actuado el paramilitarismo adoptando nuevos nombres, institucionalizando así la impunidad y violando de esta manera los derechos de las victimas a la verdad, justicia, reparación integral y garantías de no repetición.

El papel del movimiento social y popular en la construcción de la paz y la solución política al conflicto social y armado.

Un elemento indispensable para avanzar en la construcción de propuestas solidas encaminadas a la solución política del conflicto social y armado colombiano, es dilucidar el papel que puede y debe jugar movimiento social y popular en el alcance de dicho objetivo.

Papel que debe empezar por rechazar aquellas posiciones impuestas por los sectores dominantes que tienen como objetivo inmovilizar a las organizaciones populares y sociales e impedirles su participación activa en una de transformación profunda de la sociedad colombiana producto de un proceso real de solución política a las causas estructurales que han originado la confrontación armada en nuestro país.

Diferentes han sido las tácticas y los discursos para lograr este fin inmovilista, cobrando especial importancia aquel discurso que ha promovido la idea de la existencia de una sociedad civil neutral, separada del estado y del conjunto de la conflictividades políticas, separando mediante esta maroma teórica la realidad cotidiana de los colombianos plagada en su inmensa mayoría de hambre y miseria , de lo que sucede en el congreso, en la junta del banco de la república y por supuesto del devenir de la confrontación armada entre la insurgencia y el estado.

De dicha visión se deriva la idea ampliamente difundida de la necesidad de que el conjunto de las organizaciones sociales y populares mantengan y promuevan frente al conflicto armado una supuesta “neutralidad activa” en la que en la practica se espera que se denuncien solo las acciones de la insurgencia y en el peor de los casos se llegue hasta el limite de promover iniciativas que separen a la población civil de la guerra, pero que en ningún motivo trasciendan a modificar los elementos centrales de la estructura económica y política que han generado la confrontación armada en nuestro pais.

Es necesario denunciar que en gran medida dicho discurso le ha sido impuesto al movimiento social y popular por parte del estado colombiano y de sus múltiples gobiernos mediante la estigmatizacion, la persecución y la muerte, ya que de manera doble moralista mientras se les exige a las organizaciones populares y sociales neutralidad frente al conflicto armado, por parte del régimen político colombiano históricamente se nos ha asumido con blancos a atacar y exterminar usando como pretexto la acción anti – subversiva.

Contrario a estas visiones, la marcha patriótica como proceso compuesto por organizaciones políticas, democráticas, sociales y populares partimos de la premisa fundamental de que el movimiento social y popular colombiano debe ser un actor protagonico en la construcción de la paz y la solución política al conflicto social y armado, razón por la cual asistimos con la mayor de las alegrías a este encuentro nacional por la paz convocado por las comunidades rurales, entendiendo que es precisamente esta premisa fundamental la que es trasversal al desarrollo de este importante encuentro.

Desde nuestra perspectiva es fundamental que las organizaciones sociales y populares hagamos nuestra la bandera de la paz y la solución política, no como consigna accesoria sino por el contrario como punto fundamental de nuestra acción política y reivindicativa, es necesario entender que debido a la complejidad de la realidad social colombiana el logro de las reivindicaciones mas sentidas que enarbolamos y representamos pasan necesariamente por la solucion politica al conflicto y el fin de la guerra.

No es posible alcanzar una política agraria democrática con la expulsión constante, sistemática y violenta de los campesinos de sus tierras por parte del ejercito colombiano y de los paramilitares , no se sera posible construir una sociedad democrática que respete los derechos humanos y la libertades publicas mientras que el asesinato sea la forma privilegiada mediante la cual el establecimiento se relaciona con la oposición política y social, cada vez estará mas lejos la posibilidad de que la población colombiana cuente con los derechos reales a la salud y la educación publica y gratuita a todos los niveles mientras que gran parte del patrimonio estatal se destine al mantenimiento de la guerra y en el enriquecimiento particular e ilegal de una clase politica corrupta.

Ya que además contrario a la versión oficial, el desarrollo del militarismo y de la guerra por parte del establecimiento no obedece únicamente a la existencia por casi de 50 años de la insurgencia armada, sino por que la guerra se convierte en la herramienta fundamental para garantizar el modelo de despojo y de acumulación de capital en niveles extremos y vergonzosos de concentración tal y como sucede en nuestro pais.

Esta perspectiva implica necesariamente que las organizaciones sociales y populares, hagamos que la discusión sobre la paz y solución política trascienda los recintos cerrados y las lecturas fragmentadas y sea llevada al seno de las organizaciones y sectores sociales a los que pertenecemos, avanzando no solo en una visión mucho mas integral de la realidad política de nuestro país sino también de la acción de nuestras organizaciones y en el logro de nuestras reivindicaciones.

Las organizaciones sociales y populares debemos ser promotores, garantes y participes de la construcción de la solución política en nuestro país, mediante un proceso de movilización que sume a la mayoría de los colombianos y colombianas empobrecidos y que disuada contundentemente a los enemigos de la paz y de la transformación social, ya que un proceso de paz exitoso solo es posible con la presencia y participación dinámica del movimiento popular y el conjunto de la sociedad colombiana.

El movimiento social colombiano, el gobierno la paz y la solución política al conflicto.

El gobierno de Juan Manuel Santos ha mencionado reiteradamente que el tema de la paz no esta serrado durante su mandato y ha planteado una serie de condiciones para dialogar con la insurgencia, condiciones que en la practica se traducen en la rendición de esta, sin embargo el gobierno colombiano mas allá de un hábil manejo del discurso, de su agenda legislativa y de una estrategia de cooptación de integrantes del movimiento social y popular colombiano a la falazmente llamada unidad nacional mediante la entrega de prebendas, no ha dado señales reales de querer avanzar en la paz y en la solución política al conflicto, por el contrario la política de guerra contra el pueblo colombiano y sus organizaciones se mantiene y se expresa no solo en los ingentes recursos destinados en el plan nacional de desarrollo al mantenimiento de la guerra y a la política integral de seguridad y defensa para la prosperidad, sino que también en los asesinatos de los lideres de las organizaciones, sociales y populares por parte de agentes estatales, en los bombardeos indiscriminados contra las poblaciones rurales y en el sin numero de violaciones a los derechos humanos que día a día se presentan en Colombia y que no han cesado ha un año de su mandato.

Es por esto que consideramos que el movimiento social y popular debe avanzar en la construccion de exigencias conjuntas al gobierno nacional, en las cuales no solo se materialice la anunciada voluntad de paz sino que se cienten las bases solidas mediante las cuales las organizaciones sociales y populares garanticen su respeto y participacion en la construccion de la paz y la solucion politica.

• El establecimiento de un proceso de dialogo que conlleve a una solucion politica y a la paz, con la participacion de la insurgencia, el movimiento social y la sociedad colombiana en su conjunto.

• el cese de la persecución y exterminio de los miembros de las organizaciones sociales y populares.

• El desmonte real del paramilitarismo, en sus diversas expreciones y manifestaciones.

• La detención de los aspectos mas relevantes de las politicas neoliberales impulsadas por el actual gobierno que profundizan las causas estruturales que han generado el conflicto social y armado, tales como la reforma que ha consagrado el principio constitucional a la sostenibilidad fiscal que desfinancia aun mas la salud, la educacion y en general los derechos sociales y economicos de los colombianos, la propuesta de nueva ley de educacion superior que mercatilizada de manera definitiva la educacion superior y consolida el modelo de una univerisdad empresa privada y para la empresa privada. la propuesta de codigo de minas que sin consultar a las comunidades se viene construyendo y que agudiza la expoliacion de nuestros recursos naturales, la entrega de nuestras tierras al gran capital y la expulsion de campesinos, indigenas y afrocolombianos de sus territorios.

LA PAZ Y LA SOLUCION POLITICA UN ESFUERZO NECESARIAMENTE UNITARIO.

En nuestra opinion el conjunto de reflexiones, aportes, esfuersos de las organizaciones sociales y populares debemos avanzar de manera decidida en estrategias que nos permitan de impulsar conjuntamente la exigencia de la paz y la solucion politica.

Dichas estrategias deben ser lo suficientemente habiles para unirnos en medio de nuestras diferencias y acumulados, en la idea no de perpetuarlas sino por el contrario de acercarnos de manera seria y decidida, pero tambien con la madurez, responsabilidad que este gran anehelo requiere.

Es por eso que desde la marcha patriotica, la junta nacional de impulso del consejo patriotico nacional nos sumamos a las voces que demanera unitaria han venido planteando la necesidad de una ruta por la paz y la solucion politica que desemvoque en el mediano plazo en un gran movimiento nacional por dichas banderas.

Desde nuestra opinion esta ruta nacional por la paz y la solucion politica debe estar compuesta por las diferentes iniciativas de paz que los procesos locales, regionales y nacionales vienen impulsando, sin que eso signifique la perdida de autonomia de cada una de ellas, sino fundamentalmente la nocion de proceso de acumulacion de fuerza en funcion de la paz y la solucion politica, la generacion de mecanismos de dialogo y encuentro entre las organizaciones sociales y populares que fortalescan las confianzas, acerquen visiones y construyan propuestas, todos estos elementos indispensables para construir nuestro proposito del movimiento nacional por la paz y la solucion politica.

Porque el diálogo es la ruta, todos y todas a confluir la ruta de la paz y la solución política. Por la nueva y definitiva independencia, Marcha Patriotica, agosto de 2011.