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John Fredy Vidal tenía 16 años y era pobre. Sucedió en Guapí, Cauca.
La policía asesinó a otro menor y denuncian que asesina a jóvenes que se niegan a integrarse en el paramilitarismo
Camilo Raigozo / Jueves 1ro de diciembre de 2011
 

Como resultado de las múltiples heridas propinadas por la policía el joven John Fredy Vidal, de 16 años murió el 23 de noviembre de 2011, en Guapi. Los proyectiles le destruyeron el craneo, según el parte médico.

El asesino fue identificado como el teniente Avit Pino adscrito a la estación de policía de Guapi. El brutal crimen originó que los pobladores se trasladaran espontáneamente al puesto de policía a protestar.

La comunidad se movilizó en asamblea y en paro cívico indefinido. Todo el comercio, las instituciones, escuelas y colegios y demás establecimientos públicos cerraron sus puertas, según reportó a Notimundo voceros de Cococauca.

La respuesta de la policía ante las justas protestas de la población fue la agresión con garrote y gases lacrimógenos.

La víctima era un joven muy humilde, miembro de una familia bastante pobre y se ganaba la vida conduciendo una carreta halada por caballo, en la que hacia acarreos, transportaba víveres y materiales de construcción.

A pesar de su corta edad, John Fredy trabajaba para el sustento de la casa. Testigos presenciales de los hechos manifestaron que el joven se dirigía en su carretilla cuando se encontró con una patrulla de la policía estacionada en la mitad de la calle.

El joven les pidió el favor a los uniformados de que le dejaran un campito para pasar con su medio de sustento pero los policías lo hicieron bajar de la carreta, lo requisaron y lo amenazaron, lo que causó que el muchacho se asustara y saliera corriendo.

Los policías lo persiguieron y entre los barrios de las Palmeras y las Américas le propinaron varios disparos, varios de ellos en la cabeza, lo que le causó la muerte a pesar del esfuerzo de los médicos.

El comentario generalizado de la gente es que fue un asesinato premeditado, ya que en otra ocasión había discutido con una agente de policía y por ese hecho lo tenían sentenciado, informó a Notimundo Cococauca.

La gente indignada por el atroz crimen salió espontaneamente a protestar y rechazó las permanentes amenazas de muerte de parte de la policía contra los jóvenes de Guapi, sobre todo a los que no se han dejado reclutar por las bandas paramilitares, que continúan sembrando el terror en la zona sin que la fuerza pública haga nada.

Personas que pidieron el anonimato de sus identidades denunciaron que, "es sabido que en Guapi hay sectores de la policía y del ejército que tienen una alianza con paramilitares los Rastrojos y las Águilas Negras, quienes controlan el negocio del narcotráfico en la región" .

La comunidad está exigiendo desde hace rato garantías de los derechos humanos y actuación de las autoridades y de organismos de control ante la escalada de violencia, sin que estas cumplan sus deberes constitucionales para proteger a la población.

La comunidad solicita una comisión de alto nivel del gobierno nacional y departamental con presencia de un ministro y el vicepresidente Angelino Garzón, en la cual se aborden los temas sobre las continuas violaciones de los derechos humanos.

Asimismo los pobladores hicieron un llamado urgente de solidaridad y acompañamiento a la comunidad nacional e internacional, para que insten a las diferentes esferas del gobierno a que garanticen la vida y la integridad de los habitantes de Guapi y para que se combata efectivamente a los paramilitares.