Se equivoca el Alcalde Petro, si piensa que desviando la atención de la opinión pública se resuelve el problema de fondo del Sistema Transmilenio y de movilidad que afecta a la ciudad.

La salida no es hacer señalamientos trasnochados contra los jóvenes y la ciudadanía que desde el ejercicio legítimo de la protesta, reclaman solución rápida a estos problemas, ni mucho menos con el uso del ESMAD se aplacará la indignación de los capitalinos.

Lo urgente debe ser atender las exigencias de los usuarios mediante la rebaja en el precio del pasaje, el mejoramiento del servicio y la calidad humana, el aumento de las frecuencias, la constitución de comités de usuarios autónomos, y la revisión de los contratos con las empresas operadoras, adicional a las garantías laborales con las que deben contar los trabajadores del sistema.

Propuestas como la Tarifa Diferencial para estudiantes, tercera edad y personas en condición de discapacidad, que presentamos en el Concejo de Bogotá en el periodo anterior y otras deben estar sobre la mesa a la hora de buscar alternativas a esta problemática.

A las voces juveniles y ciudadanas que se alzan en la ciudad, le expresamos todo nuestro respaldo y solidaridad.