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Conmoción por casos de violación y muerte de jóvenes mientras prestan servicio militar
En lo transcurrido del año son ya varios casos en los cuales jóvenes han sido víctimas de abusos sexuales, golpes y muertes, situaciones que han generado conmoción en la comunidad bumanguesa por la gravedad de los casos y la afectación a la vida y dignidad de los jóvenes involucrados
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo / Martes 3 de julio de 2012
 
web: Cajar

El Colectivo de Abogados "José Alvear Restrepo" es una organización no gubernamental de derechos humanos, sin ánimo de lucro, conformada por profesionales del derecho y estudiantes que apoyados en otras áreas del conocimiento y la participación de diferentes sectores sociaels y democráticos de la población, defiende y promueve integralmente los derechos humanos y los derechos de los pueblos, desde una perspectiva de indivisibilidad e interdependencia, con el objetivo de contribuir a la construcción de una sociedad justa y equitativa en la perspectiva de la inclusión política, económica, social y cultural.

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El primer caso fue la muerte de un joven soldado quien según versiones entregadas a las autoridades: “dos soldados cayeron al rio Suratá en el departamento de Santander, uno de ellos fue rescatado mientras que el otro murió tras ser arrastrado por la corriente”. El cuerpo de Juan Carlos Becerra fue encontrado a kilometro y medio del lugar donde ocurrieron los hechos. “Mi hijo se lanzo para salvar a su amigo pero a él nadie lo salvo” expreso la madre de la víctima. Los hechos ocurrieron mientras un grupo de jóvenes soldados se encontraban en entrenamiento.

Este caso encendió las alarmas de la comunidad en el departamento de Santander, quienes inquietos por los acontecimientos fueron sorprendidos con los hechos vividos por Daniel A. Ascanio, joven que también se encontraba prestando servicio militar, este en el batallón Mercedes Abrego de la Quinta Brigada. Llevaba un mes prestando servicio cuando “el señor cabo tercero Cárdenas Bocanegra le ofreció una hamburguesa y gaseosa con burundanga ante lo cual mi hijo quedo inconsciente y fue abusado sexualmente por dos dragoneantes de apellidos Falcón y Oviedo” expresa la madre. Daniel fue dejado en la puerta de su casa inconsciente, la gravedad de los hechos llevo al joven a ser recluido en la clínica siquiátrica San Camilo, “se quita la ropa y sale corriendo gritando que las tripas se le van a salir” expresa su familia. Ante la fiscalía fue presentada una denuncia por la presunta violación del soldado bajo el delito de acceso carnal violento.

Ante estos acontecimientos un grupo jóvenes miembros del colectivo de objetores de conciencia No Me Presto, quienes vienen desarrollando acciones de concientización sobre el derecho que tienen a no querer prestar servicio militar, expresan “Dura realidad vivimos los jóvenes que cumplimos ese impuesto requisito de servirle militarmente al ejército nacional, muchos esperan de esta experiencia una oportunidad económica para sacar adelante modestamente una familia simplemente recibiendo órdenes entre tanta desgracia laboral, familias enteras piensan resocializar a sus jóvenes en las filas del ejército, personas que buscan demostrar su “machera” o su “berraquera” por tener un arma y muchos otros desconcertantes puntos de vista que existen y destrozan la razón de ser de la vida y la libertad”.

Añaden los jóvenes: “Sobre los hechos es importante resaltar y no dejar de un lado, algunos de los muchos casos que suceden a diario en el territorio nacional, un ejemplo es el caso de Daniel A. Ascanio, o el caso de Jesús Alberto Saavedra Castillo quien murió de repente prestando guardia en un cuartel de Bucaramanga, suicidio dicen algunos, de una persona llena de sueños y deseos según sus familiares. O el caso de otro joven quien prefiere que su nombre no sea mencionado por temor a perjuicios, en donde fue obligado a asesinar a un niño en una zona difícil en medio de un combate entre efectivos del ejército y un grupo insurgente. Así como estos, existen muchos casos de jóvenes que entregan su vida por causas ajenas, por dolor y muerte, por guerra y gasto público, que ayudan a su patria guardando silencio con “fe en la causa”.

Estos hechos cuestionan al comportamiento del ejército, mientras las familias se cuestionan si sus hijos se encuentran seguros, la comunidad espera que los hechos sean aclarados y las familias de los jóvenes victimas que sus hijos sean dignificados.