En 1918 se inició la producción del primer pozo de petróleo en Colombia. Fue en la región del Magdalena Medio y en especial en Barrancabermeja, donde comenzó y profundizó la explotación del petróleo. El corregimiento El Centro desde esta fecha se ha convertido en un territorio que le ha aportado al país riqueza representada en el petróleo, que por 87 años ha brotado de esta tierra. Desde la época de la Tropical Oil Company, luego con Ecopetrol y ahora con el proyecto Cira Infantas, los pobladores de este importante corregimiento han observado impávidos cómo saquean y exprimen su riqueza, quedándose siempre con los efectos colatelares que implica la explotación petrolera, por eso no es raro observar cómo los recursos hídricos han sido contaminados, los bosques deforestados convirtiendo esta tierra estéril para la producción agrícola, pero así con todos esos ingredientes negativos, los pobladores y pobladoras se las ingenian para hacer parir la tierra y lograr que muchos de estos productos lleguen a Barrancabermeja.

Masiva protesta comunitaria

Pero como dice Gabriel García Márquez en su obra Cien años de soledad, el abandono de Macondo parece que es un mal recurrente en este país, y la comunidad está convencida de que no hay mal que dure cien años, y estos 89 años de abandono estatal que ha vivido este corregimiento El Centro han hecho que sus habitantes, como un solo hombre en unidad de acción reaccionen una y otra vez, pero se encuentran con el muro de la insensibilidad por parte de las autoridades, quienes prestan oídos sordos a las justas reclamaciones de esta olvidada comunidad. Por eso el pasado 14 de noviembre, las 31 Juntas Comunales de igual número de veredas, la asociación de trabajadores, los comerciantes, las expresiones religiosas y la Unión Sindical Obrera en representación de los 14.000 habitantes de este corregimiento, decidieron paralizar todas las labores para reclamar a las autoridades mejores condiciones de vida y en defensa de su territorio. Las autoridades civiles como siempre prestaron oídos sordos a las solicitudes de estas comunidades, mientras Ecopetrol y la Oxi en una unidad perversa exigían la intervención de la Fuerza Pública, es decir, ante un problema social la exigencia era darle un tratamiento de guerra a las justas reclamaciones de la gente.

Reprimen la movilización popular

Es así como en los sitios estratégicos en los que se encontraba la comunidad en masa, como fueron la Puerta del 11, Pinchote, Campo 16 y la Puerta Cirama, allí precisamente llegó la Fuerza Pública representada en el Esmad, con sus vestidos de guerra y con su accionar de muerte, enbistieron a la gente en el sitio conocido como La Cirama, deteniendo a seis personas, entre ellos Argemiro Gualdrón, dirigente reconocido de las Juntas Administradoras Locales en el corregimiento. Desde luego que el apoyo y la intervención de organizaciones de derechos humanos como Credhos y la Defensoria del Pueblo, jugaron un papel en la liberación de estas personas injustamente detenidas. Luego por presión de este binomio Ecopetrol Oxy, fueron agredidos los pobladores que se encontraban en Campo 16, allí con el rugir de las tanquetas por el accionar de la Fuerza Pública del Esmad, agredieron a la población civil, fueron detenidas dos personas y al joven Nelson Enrique Ardila de 24 años, que se dirigía en una bicicleta a su casa, la tanqueta de la Policía sin ninguna consideración le pasó por encima dejándolo gravemente herido.

Acuerdo bajo la presión ciudadana

En este sitio jugaron un pa pel importante la Iglesia Católica encabezada por Monseñor Jaime Prieto Amaya, Credhos y la Defensoría del Pueblo, quienes intervinieron para exigir se respetaran los derechos humanos de las personas que se encontraban en esta protesta. Gracias a la pr esión organizada de la gente y a una importante correlación de fuerzas, se obligó al proyecto Cira Infantas encabezado por funcionarios de Ecopetrol a formar una mesa de negociación, allí hicieron presencia los delegados de la comunidad donde expusieron el pliego de exigencias y después de unas arduas negociaciones y con el amago siempre por par te de Ecopetrol de utilizar la fuerza para desalojar la protesta, con la posición firme de los poblador es de mantenerla, se llegó a unos acuerdos que se convierten en un triunfo de los pobladores del corregimiento El Centro, y en una derrota a un Estado mafioso que siempre utiliza la vía de la fuerza para acallar el clamor de la gente, pero ahora estos aguerridos habitantes del corregimiento El Centro dieron una lección de dignidad, de organización y dejaron claro que cuando los de abajo se unen, los de arriba tiemblan.