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7 años después, la tortura y asesinato del dirigente sindical de Nestlé continúa impune
El 11 de septiembre de 2005 asesinaron a Luciano Romero
Soldepaz Pachakuti / Martes 11 de septiembre de 2012
 

El otro 11-S:

El mismo día, además de aniversario del Golpe Militar en Chile, de la Diada en Cataluña, es el aniversario séptimo del asesinato del sindicalista despedido de Nestlé Luciano Romero Molina, quien estuvo acogido por el Programa Asturiano de Atención a Víctimas de la violencia en Colombia y fue brutalmente torturado y asesinado un 11 de septiembre en la ciudad de Valledupar, miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario - SINALTRAINAL defensor de derechos humanos, vinculado a la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos.

Dentro del proceso por el asesinato de Luciano han sido detenidos y condenados 4 paramilitares del Bloque Norte y se adelantan investigaciones contra agentes de la policía secreta DAS.

Pero quienes dieron las órdenes, los autores intelectuales, los beneficiarios del crimen, siguen en la impunidad.

Al día siguiente del asesinato de Luciano una importante y representativa cantidad de organizaciones y personas solidarias nos concentrábamos en la Plaza Mayor de Xixón, acompañados de las autoridades locales y del gobierno autonómico.

Posteriormente se ha podido saber (por la documentación de investigación de la Fiscalía General de Colombia) que en ese acto de repulsa también estaba espiando ilegalmente el temido y terrible Departamento Administrativo de Seguridad colombiano, DAS, acción por la que un juzgado español está llevando a cabo una investigación que implica al ex-presidente Uribe, responsable directo de esta tenebrosa policía política.

El asesinato de Luciano Romero Molina fue preparado y acometido con las mismas estructuras de alianza entre policía y pistoleros-paramilitares de extrema derecha.
Una alianza que se repite en numerosos actos criminales de Colombia de forma sistemática.

El Fiscal General de Colombia Mario Iguarán afirmó ante la Comisión Asturiana de Verificación de los Derechos Humanos que el asesinato del sindicalista Luciano había sido un "crimen pasional".

Pero la presión internacional hizo investigar los hechos, evitó que se desviara la investigación y comprobó que fue un asesinato con motivaciones políticas, cometido mediante una alianza criminal de la policía secreta -DAS- y los grupos narcoparalimitares.

Aún cuando el Juez ordenó la investigación de los directivos de la multinacional NESTLE – CICOLAC, no existen mayores avances en este sentido a pesar que en la diligencia de versión libre del jefe paramilitar Salvatore Mancuso, el jefe extraditado informa “Estos son por sectores con las respectivas empresas que le prestaban financiación a las AUC: Lecheros COLEGAN, CICOLAC Y PROLECHE”.

Juicio en Suiza:

El Centro Europeo de Derechos Humanos y Constitucionales (ECCHR) y SINALTRAINAL, con el apoyo de la confesional Miserior, radicaron la DENUNCIA contra Nestlé y cinco de sus gerentes ante la fiscalía de Zug, SUIZA.
Convencidos de que “al consorcio Nestlé y a sus gerentes les cabe una corresponsabilidad en la omisión de la protección de Romero, ya que Nestlé-Cicolac sabía de las amenazas proferidas contra el sindicalista”.

Durante su estadía en Asturias Luciano mostró una actitud propositiva en lo unitario que ameritaría rechazar todo sesgo de sectarismo, y animaría a favorecer el espíritu unitario que hasta el momento ha prevalecido: a modo de ejemplo Luciano, y otros refugiados, participaban en el salón de plenos del ayto de Siero, en el 25 aniversario de otro Romero, el obispo mártir de El Salvador, junto a la hermana Cecilia Naranjo de Justicia y Paz.

Cuando el resto de refugiadas y refugiados en Asturias decidieron darle su nombre al colectivo, estaban también favoreciendo esos valores de la pluralidad y el respeto, que fueron intensificados asimismo en todos los aniversario del vil asesinato.

Este año, cuando la Octava Delegación Asturiana visitaba la cárcel de Valledupar pudo rememorar los lugares de estricto control militar por donde llevaron amarrado a Luciano en su propio taxi, en las narices de los uniformados..

Sucesivas pequeñas aportaciones, más morales que económicas, han tratado de sacar de la absoluta indefensión a la familia de Luciano, que sigue lejos de conocer la verdadera justicia por este crimen horrendo.

Apelamos a la solidaridad de todas las organizaciones de derechos humanos para exigir una justicia total, que no se quede solo en la condena y castigo de los autores materiales de este Crimen de Lesa Humanidad sino también que alcance a todos los autores intelectuales, incluidos a los miembros del Gobierno y de las empresas privadas que lo prepararon y se beneficiaron del mismo.