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Mandato popular por la tierra y la paz de la provincia de Ocaña
Mandato Popular / Lunes 24 de septiembre de 2012
 

Reunidos y convocados el pueblo soberano, constituyente primario de la Provincia de Ocaña, con el propósito de intercambiar experiencias de vida, organizativas y políticas y lograr posicionar nuestras visiones y aspiraciones del futuro de nuestra región en relación a la necesidad de encontrar soluciones y alternativas a la actual realidad que solo tiene como prioridad, la guerra, el odio y la injusticia, queremos contraponer a este estado de cosas, una realidad en la que la vida, la esperanza y la paz sean un hecho para nosotros y para nuestros hijos.

Las mujeres y hombres que venimos desde los diferentes municipios que conformamos esta provincia, llegamos a este espacio motivados y empujados por la necesidad de buscar el fin de un conflicto que ha arrebatado la vida de nuestros padres, nuestros hermanos y nuestros hijos, que ha violado a nuestras esposas y mujeres, que ha destrozado los lazos de solidaridad y hermandad de nuestros vecinos; llegamos acá con la firme convicción de que el derecho a vivir en paz no puede ser sueño inalcanzable y tiene que convertirse en un hecho del que podamos ser parte.

Nuestra región ha padecido la exclusión y el olvido por parte del estado colombiano por varias décadas, y solo somos tenidos en cuenta por este cuando ha de reprimir nuestras justas voces que se alzan buscando el reconocimiento y la dignidad para quienes trabajamos este territorio; que solo nos tiene en cuenta cuando ven en nuestro territorio la posibilidad de usurpar y vender nuestras riquezas naturales y humanas en deterioro de nuestras condiciones de vida, de desarrollo y de permanencia y defensa de nuestro territorio y todo lo que en el existe, continuando con el despojo al campesino y campesina trabajadora.

No estamos dispuestos por mas tiempo a ser tratados como personas y comunidades estigmatizadas, que en la opinión de la sociedad en general se criminalice y señale nuestro trabajo organizativo y propositivo y que por esto se legitime el accionar del Estado por medio de planes militares resultando en el desconocimiento del gobierno en la garantía y ejercicio de nuestros derechos fundamentales.

La violencia históricamente ejercida en nuestra provincia por los poderosos de la tierra, por quienes tienen el poder político y por aquellos que se resisten o no quieren que en Colombia exista una apertura a un verdadero proceso democrático, ha provocado la destrucción del tejido social, el desplazamiento forzado, los sentimientos de venganza y que nuestros hijos y hermanos en medio de ese desespero asuman que la única forma de transformar esta sociedad sea siendo a través de la lucha armada.
Nuestra economía tradicional, campesina y de autosubsistencia no fue importante para los diferentes gobiernos que han pasado, y se prefirió abrir las puertas de nuestro país a productos que claramente podríamos y podemos producir con la misma o mejor calidad y cantidad. Ahora más acuerdos comerciales pretenden rematar los pocos brotes que permanecen de aquella economía ancestral.

Es este mandato expresión de los problemas que cientos de veces hemos expuesto en cientos de lugares y en cientos de oídos, pero que nunca han llegado a buen puerto, con este esperamos que confluyan nuestras problemáticas y logremos hacer una propuesta común, que le apueste al esfuerzo de la paz con justicia social, que sabemos se esta construyendo de forma nacional a través del espacio de las Constituyentes Regionales.

En este esfuerzo, y siendo consientes de la urgente necesidad de construir caminos de paz, nos unimos para dialogar de propuestas, propuestas no solo a nuestras necesidades mas agobiantes, sino de las problemáticas que han afectado durante mucho tiempo nuestro pueblo, problemáticas que deben ser resueltas pero contando con nosotros mismos, en su construcción y puesta en marcha.

De igual manera, para apostarle a la paz es necesario, y teniendo en cuenta este actual proceso de acercamiento entre la insurgencia y el Estado, que para construir la paz, todas las voces sean escuchadas, pues ya que finalmente somos nosotros los que sufrimos en rigor la guerra y el conflicto, no solo de forma armada, sino de forma social, política y económica excluyendo y restringiéndonos de estos espacios.

Solo mencionamos un poco de lo que ha sido nuestra situación y nuestro proceso en la región, ahora es momento de hacer nuestras propuestas, que cotidianamente son confirmadas en la practica, en la necesidad de estas y en lo urgente que se convierte para nosotros no solo hablar de paz, sino de construirla con todas las comunidades, personas y sectores que estén interesadas en una paz completa.

Es así entonces que declaramos a través del presente mandato lo siguiente

1. Saludamos y recibimos como pueblo nortesantandereano y de la provincia de Ocaña la disposición de insurgencia y gobierno de explorar acercamientos que posibiliten desencadenar diálogos conducentes a la materialización de paz con justicia social y la salida definitiva al conflicto armado que se vive en Colombia.

2. Manifestamos frente a la actual coyuntura de posibilidad de dialogo entre la insurgencia y el gobierno la necesidad de un cese bilateral de acciones armadas que den cuenta una verdeara voluntad de paz de cara a la sociedad colombiana.

3. Exigimos la no criminalización, estigmatización y persecución a las organizaciones y comunidades que nos manifestamos como constituyente primario en búsqueda de paz con justicia social y se detengan las actuales detenciones que se están llevando a cabo hoy en diferentes partes del país.

4. Exigimos que los mandatos que surgen como expresión soberana del pueblo colombiano y en este caso del pueblo de la provincia de Ocaña, sean tenidas en cuenta de forma seria en un eventual proceso de diálogos entre la insurgencia y el gobierno.

5. Reclamamos que los diálogos sean realizados dentro de nuestro territorio y se descarte la realización de dichos diálogos por fuera del país, ya que es aquí en Colombia donde se ha padecido el conflicto en sus diferentes expresiones, además de que permite que la participación activa de los sectores sociales y populares colombianos.

6. Manifestamos nuestro rechazo al Plan Nacional de Consolidación Territorial para el Catatumbo, que lo único que trae es la continuación de la guerra, el desplazamiento de comunidades, la agudización del conflicto. Este es un plan que viola flagrantemente la soberanía de nuestro territorio por eso exigimos que este plan se detenga para logar desactivar la guerra.

7. Rechazamos la militarización de la vida civil que están viviendo varios municipios de nuestra provincia; es un llamado a que los actores armados no involucren a la población civil que habita en zonas rurales y urbanas de la provincia.

8. Expresamos la necesidad de que se elimine la prestación del servicio militar obligatorio ya que este solo es un mecanismo para que el pueblo se convierta en enemigo de si mismo y desconozca su devenir, su historia y sus raíces.

9. Como forma de defensa y de permanencia en nuestro territorio, proponemos la creación de la zona de reserva campesina del Catatumbo, como forma de organización territorial que permite la permanencia del campesino en su territorio, la conservación de los recursos naturales, la defensa de los derechos humanos, y la ejecución de políticas que favorezcan la vida digna del campesinado del Catatumbo.

10. Exigimos que debido a la situación de conflicto armado de nuestra región, la construcción de una ley que tenga en cuenta la diversidad de victimas que ha dejado este conflicto, que se condene con justicia los criminales, asesinos y despojadores de nuestra tierra, que se devuelvan inmediatamente las tierras para retornar al territorio, trabajar y producir nuestros productos, con verdaderas garantías de reparación y no repetición.
11. Manifestamos nuestro respaldo desde la movilización y organización a la zona de reserva campesina del Catatumbo, en esta figura encontramos las garantías y materialización de nuestros derechos fundamentales.

12. Apoyamos de forma fraternal y sincera a nuestros compañeros de Gramalote, que en medio del desastre natural que ha afectado la forma de vida de este pueblo, hemos visto su nivel de resistencia complejizado por el constante asedio de oportunistas que ven en este desastre la posibilidad de beneficiarse. Por eso, acompañamos su proceso de defensa y re indicación de sus derechos mas fundamentales.