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Condenado a 60 años de cárcel el teniente Muñoz por violación y asesinato de 3 niños en Arauca
El teniente Muñoz había violado a otra niña de 13 años 12 días antes del triple asesinato de los niños
Agencia Prensa Rural / Martes 25 de septiembre de 2012
 

La juez 27 penal de Bogotá, con funciones de conocimiento, dictó condena de 60 años a Raúl Muñoz, quien está preso en la cárcel La Picota de Bogotá, luego de ser hallado responsable de los delitos de acceso carnal violento agravado en concurso homogéneo y homicidio agravado en concurso homogéneo y heterogéneo en Caño Temblador, zona rural de Tame.

La jueza también compulsó copias para que se investigue a un general y a un coronel por su presunta responsabilidad al omitir la información al inicio de la investigación. También inhabilitó por 20 años al teniente Raúl Muñoz.

Las víctimas fueron: Jimmy Ferney Torres Jaimes (9 años), Jeferson Geovany Torres Jaimes (6 años) y Jenny Narvey Torres Jaimes (14 años).

Así mismo, señaló en la audiencia que tras examinar los elementos controvertidos durante el juicio, se llegó a la convicción de la responsabilidad de Muñoz en los hechos que le fueron imputados.

“Muñoz no dejo armas en la escena del crimen, actuó solo y busco a las victimas. Se encontró una relación biológica hallada en las muestras de ADN, el acusado estaba ligado y dominaba el área donde sucedieron los hechos, evadió su labor y concuerda con que los niños fueron vistos la única vez con vida”. Dijo la Juez.

El fiscal 51 de Derechos Humanos, Víctor Julio Lozano, había solicitado al juzgado condenar al militar a 60 años de prisión, la máxima pena establecida en el país, señalando que "Muñoz, valiéndose de su autoridad y rango militar, montó un observatorio el 2 de octubre para espiar a la niña, mas no a la guerrilla. Se aseguró de que su padre no iba a estar, para cometer el delito".

El fiscal recordó que la descripción que hizo otra menor, que fue violada por un hombre vestido de camuflado, con binóculos en su pecho y con problemas de pronunciación, coincide con Muñoz. Los investigadores del caso han calificado al teniente como un "depredador sexual".

Las pruebas

"La Fiscalía logró demostrar su tesis y aunque las pruebas no son abundantes, sí son sólidas y contundentes", señaló la juez 27 penal.

Según el sentido del fallo condenatorio, el testimonio de una niña de 13 años, violada 12 días antes también por el teniente Muñoz, fue clave en la decisión. La menor, quien identificó al militar por un problema de pronunciación de la erre, relató que el 2 de octubre del 2010 Muñoz la agarró por el cuello y la llevó al monte, en donde abusó de ella.

Esta versión fue calificada por la juez de "sólida y que no es producto de la fantasía". "No queda duda de que fue Raúl Muñoz y no otro el que abusó de la menor el 2 de octubre del 2010", agregó la juez.

La funcionaria judicial también tuvo en cuenta los conceptos de los peritos de Medicina Legal, que confirmaron la violación de la niña de 14 años. De acuerdo con los análisis forenses, el militar dio positivo en las pruebas de sangre realizadas a su uniforme, cuyo ADN fue encontrado en la segunda víctima.

Incluso, los compañeros del uniformado terminaron inculpándolo. Ellos relataron que Muñoz se ausentó del campamento en las horas en las que se cometieron los delitos. Los militares recordaron en el juicio que el subteniente salió con un machete que nunca apareció.

"Las víctimas estaban indefensas y fueron atacadas por la espalda con golpes en la cabeza (...); las heridas coincidían con un machete como el que tenía el acusado, y él volvió al campamento mojado, agitado y buscando donde bañarse", argumentó la juez, quien concluyó que el militar hizo inteligencia a las víctimas, se aseguró de que los niños estuvieran solos y procedió a atacarlos con dolo y total conciencia de sus actos.

De otro lado, la juez puso en duda la credibilidad de los testigos de la defensa y sostuvo que al menos dos de ellos no eran guerrilleros cuando se registraron los hechos. Tampoco dio crédito a la tesis de la defensa según la cual todo era un montaje de la guerrilla.

Además, en el cuerpo del militar se hallaron 24 cicatrices en sus brazos, muñecas, manos y el pecho.

Los informes forenses atribuyen esas excoriaciones a uñas humanas, que solo se explican por los intentos de los niños por librarse de su agresor. A esto se agrega que las muestras de semen tomadas al oficial coinciden con las encontradas en las prendas y en los genitales de la niña asesinada.

"Es 554 trillones de veces más probable que los espermatozoides detectados provengan de Raúl Muñoz", dice la Procuraduría. La hora de las muertes, según el examen forense, coincide con el lapso en el que Muñoz se ausentó de su unidad sin explicación, el 14 de octubre del 2010.

Durante lo largo del juicio el Ministerio Público acusó disciplinariamente a Muñoz por el caso y confirmó que, con base en el las huellas encontradas en los cuerpos de las víctimas -una niña de 14 años y sus dos hermanos, de 9 y 6-, el militar "actuó con un alto grado de violencia e incluso con sevicia".