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El Polo Democrático en caída libre al borde de la desaparición
El Día / Jueves 4 de octubre de 2012
 

La aguda división interna, el oportunismo de sus actuales dirigentes y la dudosa expulsión de varios de sus movimientos más representativos, impactaron negativamente en los resultados de la consulta interna del Polo Democrático Alternativo del pasado domingo 30 de septiembre donde sólo obtuvieron 160 mil votos.

Con relación al 2006, el Polo perdió 395 mil 256 votos en la consulta. Semejante caída tan abrupta llama la atención sobre el que se consideraba hasta este domingo como el más importante Partido de izquierda en Colombia. Carlos Alberto Benavides, Integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PDA, realizó un análisis de lo sucedido: ‘Nosotros pensamos que esto fue el resultado de cuatro años de una pésima orientación y dirección del partido. Ha sacado prácticamente una cuarta parte de lo que sacó en el congreso pasado. Es el resultado de una serie de exclusiones, de una serie de expulsiones, del sectarismo y de haber traicionado el espíritu de unidad del Polo’.

En lo que va de este año, el Polo expulsó, y casi que le declaró la guerra, a dos de sus senadores más avezados, Jorge Guevara y Luis Carlos Avellaneda. Luego, decidió la salida del Partido Comunista, con excusas sin peso que levantaron el rechazo de muchos de sus antiguos votantes.

Por consiguiente, el descalabro en la consulta significaría también ‘la derrota de Robledo, que la vez pasada sacó más de 80 mil votos y, esta vez, menos de la cuarta parte. Y la contundente derrota de Clara López. Ella es la más derrotada, porque contaba con el utilitarismo, la parafernalia y las finanzas del Partido’.

El abstencionismo de esta jornada llegó a un preocupante 97%, lo cual es un claro índice del poco interés de la población en apoyar al PDA, ya que internamente sólo restan ‘migajas’ de lo que fuera determinante en la lucha presidencial. ‘El MOIR utilizó una estrategia vieja en la izquierda, que fue cooptar la institucionalidad de un Partido, volver prácticamente el Polo del MOIR. Esa fue la táctica, excluir a todos los demás, excluir a sus posibles competidores, tanto electorales como ideológicos, empezaron con los electorales, con Petro, y terminaron con los ideológicos, con el Partido Comunista’.

Benavides aclara que en el PDA “no hay izquierda concreta, sólo gente común de los partidos, como los Moreno, que intentaron usar el partido para sus fines electorales”. A razón, en palabras de Benavides, del “oportunismo del polo-samperismo. Clara López y otros personajes de un sector liberal que busca lo mismo que el MOIR; allí están el clientelismo, el oportunismo y una serie de denuncias de cómo generaron una campaña haciendo una serie de actos, por ejemplo, pedirles a personas que se cambiara de lista, usando recursos que no son de izquierda sino de partidos tradicionales”.

Esta falta de trasparencia se tradujo en 8 listas declaradas en oposición a la dirección del Partido. Unas listas cuyos números de votos superan ampliamente a los de Clara López.

Pero no todo parecer ser malo, Benavides señala que el análisis de los resultados regionales descubre un “anhelo de construcción de un partido de izquierda y hacia allá habría que dirigirse”. Para eso, habría tres vertientes, “un sector mayoritario frente a lo regional que buscará una convergencia de izquierda popular democrática”; otra parte, buscará aceptar alianzas con el centro y una más, buscará alianzas con sectores económicos.

Y sobre el futuro, Benavides dice: “hay que comenzar un nuevo proceso. Que se queden con el aparato, pero la institucionalidad, es decir los votos o los recursos deben pensarse, porque son conquistas de la gente y nosotros tenemos la responsabilidad de luchar por esas conquistas del pueblo. La suerte del Polo no significa la suerte de la izquierda. No vamos a seguir en la misma casa con quienes llevaron al Polo a este resultado. Empezaremos a construir nuestro propio territorio, pero seguramente tendremos que compartir el mismo vecindario”.