Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
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Inició la Constituyente Municipal por la Paz en Cantagallo
César Andrés Solarte Macana / Viernes 30 de noviembre de 2012
 

Por primera vez en meses me acosté temprano, superé el insomnio por una noche. Sabía de la importancia del evento y debía salir temprano de casa rumbo al puerto. El sol despuntaba al alba al subir al bote, Cantagallo era el rumbo.

Una hora después de zarpar del puerto llegué junto con mis compañeros a Cantagallo, el evento al que me invitaron era el resultado de un proceso de dos años de trabajo.

Cantagallo es el municipio con la cabecera municipal más alejada de Cartagena geográficamente hablando, porque si hablamos en términos políticos, los municipios del sur de Bolívar en su totalidad más que alejados de Cartagena, parecen abandonados a su suerte.

Consientes de su suerte (que en la mayoría del tiempo se puede catalogar “de perros”), los habitantes de Cantagallo tomaron cartas en el asunto, se organizaron y decidieron cambiar su “mala racha”.

Para contextuar, en su corta historia municipal los cantagalleros parecían divididos en dos bandos creados por la dinámica del conflicto, los habitantes de la zona rural cargan el estigma de ser guerrilleros y los habitantes del casco urbano son a la par estigmatizados de ser paramilitares, tan cerca y tan separados, juntos pero no revueltos, parecía ser el día a día, el resultado del mal barajar de las cartas.

Esa era la historia, hasta que la organización social dobló la apuesta. Sin importar si eran del área urbana o del área rural del municipio, por primera vez en años se han visto las caras frente a frente, sin reservas, sin estigmas, reconociendo en el otro las mismas carencias y el mal barajar de las cartas que han hecho los malos políticos de turno, los contratistas chuecos y las malas prácticas políticas que crea el hambre y el abandono.

Empujados por el contexto regional (bombardeos, fumigaciones aéreas) y del nacional (proceso de paz) y en contra de las adversidades, la organización social, supo abrir el tiempo y el espacio necesarios para el encuentro de la comunidad consigo misma, este espacio se denominó Constituyente Municipal por la Paz con Justicia Social.

La constituyente es el as bajo la manga que presenta la organización social para exigir lo que le corresponde, coordinar la ejecución de actividades y vigilar el buen uso de bienes y recursos. El mandato popular por la paz con justicia social es la viva expresión del evento, se da como resultado de todo este proceso de encuentro, expresa las soluciones y los métodos por los cuales se empoderan los pueblos; el constituyente primario.

Sin embargo, el principal “producto” del evento de la Constituyente no es el mandato, sino el proceso mismo, el proceso mediante el cual los cantagalleros se ganan para si la confianza que se creía perdida.