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Opinión
Lafaurie, la vaca muerta que se le atraviesa a la paz
Horacio Duque Giraldo / Domingo 23 de diciembre de 2012
 

La frase es de Fernando Carrillo, el experto jurista/economista javeriano que se desempeña como Ministro del Interior de Santos. La soltó a propósito de la diatriba del Presidente de Fedegan contra el Foro Agrario del 17/18/19 de diciembre y de los avances de la Mesa de Conversaciones.

Carrillo afirmó que Lafaurie se le ataviesa como una vaca muerta al propósito de paz que moviliza a la nación entera. También hay mulas muertas mal colocadas en el camino. Están en el Ministerio de Defensa y en el Puro Centro Democrático del fascista del Ubérrimo.

La posición retrograda y provocadora de Lafaurie es tan estridente que sacó de quicio al alto funcionario, bastante prudente por cierto, y lo llevó al fuerte señalamiento que registraron los medios con gran despliegue.

Es que el ganadero del Cesar ya se salió de cauce y se colocó en una posición de extremo derechismo delirante y agresivo.

La cuestión no es tanto su posición doctrinaria y sus planteamientos ideológicos. El está en su derecho y en términos democráticos los puede debatir.

El asunto se complica cuando salta al ámbito político y rompe los mínimos éticos del ciudadano. Es que Lafaurie, además de formular unas tesis muy retrogradas, anteriores a los protocolos del mundo mercantil/capitalista, se destapa para defender el uso de la violencia paramilitar contra los campesinos que reclaman sus derechos y contra cualquier líder popular que él estigmatiza como marxista o comunista bolchevique. Y no se detiene. Es lo que explica su estrecha componenda con las autodefensas de Mancuso y Jorge 40, origen de un encarte penal que instruye la Fiscalia General de la Nación. Lo que no es cualquier cosa, pues debe terminar pagando una larga pena por concierto para delinquir agravado. No le caen mal unos 140 meses en el patio de los parapoliticos de la Picota. Se lo está buscando hace un buen rato.

Pienso que toda esta bulla del cruzado ganadero cesarense tiene otro objetivo: levantar una cortina de humo para esconder sus complicidades con las bandas criminales del paramilitarismo. Ni mas ni menos.

Hace bien Carrillo en identificar esta vaca muerta que obstaculiza el proceso de paz, para sacarla del camino mediante los consensos políticos que congregan a diversos sectores de la sociedad nacional en la tarea de terminar el conflicto social y armado.

Entiendo que el mensaje del alto funcionario también toca a las mulas muertas ubicadas en otras instancias oficiales y del mundo de la sociedad política partidista. Ojala se den por notificadas, aunque con las mulas es muy complicado todo por lo terco de su comportamiento.

En todo caso, el debate agrario realizado en los últimos días, tanto en La Habana como en Bogotá, ha permitido darle bases muy solidas a una conciencia colectiva sobre los problemas existentes y las soluciones adecuadas para eliminar el latifundio y construir justicia social para 15 millones de campesinos, 6 de los cuales viven en el desplazamiento y el despojo. Para eso es que se necesita el Censo agrario que no se hace desde hace más de 50 años y es reclamado por la Mesa de Unidad Agraria con insistencia.

Vamos para la tercera ronda de conversaciones en La Habana, desde el 14 de enero del 2013 y ojala a su término se vean resultados concretos y plausibles para los pobres del campo. Es así como la paz con justicia social debe avanzar.