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Opinión
Revocatoria y democracia
Alcaldía de Bogotá
Horacio Duque Giraldo / Domingo 6 de enero de 2013
 

Integrantes de grupos tradicionales de ultraderecha han planteado la idea de adelantar la revocatoria del mandato del actual Alcalde de Bogota, Gustavo Petro, quien ya completa 12 meses de gobierno, elegido por una coalición progresista, como una respuesta cívica a la corrupción del gobierno del Polo Democrático en cabeza de Samuel Moreno.

La democracia supone varios requisitos, entre los que cabe mencionar:

1) Un origen democrático o sea, la génesis de las normas institucionales plasmadas por lo general en una Constitución política que haya sido generada democráticamente a través de un acto constituyente popular;

2) Competencia política y existencia de oposición;

3) Sufragio universal y otras formas de participación;

4) Elecciones competitivas y a intervalos de tiempos regulares;

5) Electividad de todos los cargos mas relevantes;

6) Partidos en competencia;

7) Fuentes de información diversa y alternativas;

8) Duración legal de los cargos electos;

9) Sometimiento de las fuerzas armadas al poder civil y

10) Un pueblo votante claramente establecido.

En esos términos la iniciativa debe hacer su curso sin presiones de ninguna índole y en el marco de un debate civilizado y no dramático, ajeno a montajes mediáticos y trucos politiqueros.

Técnicamente la ley en recientes reformas ha simplificado las condiciones para adelantar una suspensión anticipada de un mandato popular, aunque en su esencia dicho mecanismo de participación ciudadana señala que procede cuando el Plan de Gobierno no corresponde al programa que recibió el respaldo mayoritario, que no es el caso de Bogotá y su Alcalde, pues, el Plan de Desarrollo por una Bogotá Humana Ya, refleja las tesis planteadas durante el debate electoral.

El proyecto del señor Gómez está apalancado en una suerte de rabia personal de clases altas que no simpatizan con las reformas sociales de Petro. Incluso desde antes de su posesión el 1 de enero del 2012, estos grupos ya habían echado a rodar la idea de impedir el funcionamiento del nuevo gobierno distrital.

La verdad es que la revocatoria insinuada tiene menos un fundamento objetivo y corresponde a un plan de la facción uribista para tomarse la Alcaldía de Bogotá por la vía de un efectismo seudo legal.

Si bien es cierto en el curso de los últimos meses se han presentado algunas dificultades con ciertos programas como el nuevo modelo de aseo, más ambientalista y social, que la propia administración ha reconocido por boca de su Secretario de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien ha sugerido ajustes en la gerencia del Acueducto por la vía de la autocrítica y renuncia de los altos gerentes, dicho episodio no es causa suficiente para adelantar una revocatoria del Alcalde.

Quienes apoyamos el gobierno progresista de la ciudad tenemos todo el derecho de adelantar una movilización ciudadana que defienda los importantes avances del actual gobierno en varios frentes del Plan de Desarrollo. No debemos cruzarnos de brazos y tomar la iniciativa es imperativo