En la Marcha Lechera Nacional de Bogotá, realizada el martes 19 de agosto, diez mil lecheros venidos de 15 departamentos de Colombia y de centenares de municipios, exigieron pacíficamente la derogatoria de los decretos 2838 y 616 que imponen el consumo de leche industrial como única forma admitida, prohibiendo la leche en cantina para hervir.
Los manifestantes denunciaron que el “aplazamiento” que el Gobierno fijó para poner en vigencia dichos decretos es un truco para ir, a través de lo que llama proyectos de “reconversión”, desplazando y excluyendo de sus actividades en la cadena láctea a pequeños productores, comercializadores e industriales de derivados. Es evidente que se persiste en entregar la totalidad del sector al puñado de grandes empresas que ya controlan más de la mitad de él.