Una curiosa situación se está presentando en torno al paro que desde el lunes de esta semana adelantan más de 10 mil corteros vinculados a cooperativas de trabajo asociado en siete ingenios del Valle del Cauca, cuyas consecuencias ya se empiezan a sentir en la economía nacional, pues, según la Federación Nacional de Biocombustibles, el etanol que tienen en reserva las centrales mayoristas se acabará en cuatro días, con la consiguiente alza en el precio de la gasolina.
La situación curiosa se produce por cuenta de las marchas que se están realizando en la zona, unas a favor y otras en contra del paro. Mientras los corteros cooperativizados se movilizan y se aferran a la ilusión de que esta vez sí van a ser escuchados y atendidos en sus demandas laborales, y en medio de un cúmulo de dificultades se mantienen firmes en su decisión de no cortar la caña ni permitir la entrada de insumos y la salida de producción, por las calles de Palmira y Guacarí grupos de empleados y trabajadores de nómina de los ingenios, con sus familias, marcharon para protestar contra el paro. Fueron manifestaciones ambientadas y organizadas desde la gerencia de los ingenios.
Escribe Ricardo Aricapa, de la Agencia de Información laboral de la ENS.