El 1 de marzo, el gobierno de Colombia invadió el territorio ecuatoriano para desplegar un ataque aéreo a un campamento de las FARC. Este ataque mató a decenas de personas, destrozando todo. El gobierno de Uribe afirma sin embargo que la computadora de Raúl Reyes quedó completa y totalmente a salvo, lista para que de allí se sacaran informaciones incriminatorias sobre las FARC y cientos de activistas sociales y opositores no sólo en Colombia, sino también sobre movimientos sociales –e incluso gobiernos– de América Latina.
Pese a que han pasado meses desde el ataque, todo el tiempo salen nuevos datos, justo a tiempo para criminalizar a nuevos actores y movimientos sociales, a medida de las necesidades de los gobiernos de ultraderecha que van quedando en el continente.
Incluso dicen que no sólo quedó intacta la computadora del líder, sino que el gobierno colombiano inventó la existencia de otras computadoras sobrevivientes igualmente intactas.
Escribe Silvia Ribeiro.