El gran número de personas que intentaban acceder a la sala del Tribunal retrasó el comienzo del juicio contra Euskal Herriko Laborantza Ganbera (EHLG) y su presidente, Michel Berhokoirigoin, ayer en Baiona. Entre los asistentes podían verse caras conocidas de partidos, asociaciones, sindicatos y también electos de diferentes tendencias.

La presidenta del tribunal dio lectura de los hechos por los que se juzga a Berhkoirigoin como representante de EHLG y hacía un repaso de la asociación desde su creación, de su sede social, de sus cuentas, de su funcionamiento, composición y denominación. Si bien la actividad de EHLG estaba entre las acusaciones efectuadas por el prefecto, la del nombre de la asociación fue ampliamente tratada en la sesión.

Berhokoirigoin dejó claro que, una vez que el prefecto les advirtiera de que no podían utilizar la denominación que habían elegido en francés (Cámara de Desarrollo Agrícola y Rural del País Vasco), decidieron mantener el nombre en euskera. Argumentó que la demanda de una cámara agraria propia para los territorios vascos viene de lejos y está muy extendida. Matizó que dicha denominación porta en sí misma la reivindicación de una cámara y añadió que permite que la cuestión esté permanentemente sobre la mesa.