Desde el pasado 16 de febrero, té, aromáticas, galletas, dulces y gaseosas derivadas de la hoja de coca está desapareciendo de las estanterías de centros naturistas, supermercados y de la tienda de la esquina. La razón: una orden impartida a principios de este año por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos en la que advierte que estos productos “…elaborados y comercializados en los resguardos indígenas, NO pueden ser comercializados ni publicitados en el resto del territorio nacional”. Los productores de la Coca Sek, calificaron esta medida de arbitraria y anunciaron acciones penales y civiles contra el estado.