Un resultado por el momento irreversible de las décadas del régimen del apartheid en Sudáfrica, fue el enriquecimiento de las grandes corporaciones que se beneficiaron a sus anchas de la superexplotación de la clase obrera negra, impuesta por discriminación racial absoluta. Estas corporaciones están ahora en Colombia recogiendo la cosecha del terror paramilitar. Escribe Héctor Mondragón.